La chica llegó finalmente a su destino, le pagó al taxista y se bajó del auto. Intentó caminar hasta la puerta de su casa sin tropezar, lo logró, sacó las llaves de su mochila y abrió la puerta.
Entró a su casa, seguido de eso cerró la puerta y soltó un suspiro.
— ¿Quién es? –oyó la voz de su nana acercarse al lugar–. ¿Sunhye? –dijo al verla, estaba realmente sorprendida–.
— Hola –la castaña levantó un poco la mano–.
— ¿Qué te pasó? –dijo la mayor, acercándose a la castaña–. ¿Qué es esto? –tocó el cabello de la chica, el cual estaba pegajoso por el huevo–. Sunhye, ¿Otra vez no te bañaste? Tu cabello está todo grasiento, vé a bañarte.
¿No haberme bañado? Pero que estaba pensado esta señora, hasta tenía harina y era imposible no darse cuenta de ello. Pensó Sunhye y rió ante el comentario de la mayor, realmente prefería que creyera eso, a decirle la verdad.
— Bien, entonces iré a darme un baño –dijo riendo–.
— Si, apestas –dijo ella pasando su mano por enfrente de su nariz–.
Sunhye rió por última vez, vió como la mayor se alejó y con un poco de dolor, comenzó a subir las escaleras, para dirigirse a su habitación.
La chica, al llegar a su habitación, tomó su toalla la cual se encontraba en su armario y ropa interior, seguidamente se dirigió al baño que había en dicho lugar.
Luego de un rato terminó de ducharse, al secarse se dió cuenta, de que en sus brazos y en sus piernas, comenzaban a salir moretones, aunque se lo esperaba, la pelirroja y sus amigas le habían pegado realmente fuerte.
— Estas cosas se irán en unos días –dijo ella para si misma, riendo un poco–.
Se colocó su ropa interior, luego se puso la bata que estaba en su baño y finalmente, secó su cabello, estuvo más de treinta minutos intentando quitar todo el huevo y el resto de harina mientras se duchaba, hasta que lo logró.
Finalmente terminó y aún en bata, se dirigió a la cocina, para comer algo.
— Tengo hambre ¿Qué hay de comer? –comentó a su nana, mientras abría el refrigerador–.
— ¿Quieres que te haga fruta picada? –preguntó la mayor–.
— ¿Tutti Frutti? –dijo la castaña sonriendo para la mujer mayor–.
— Está bien, tutti frutti –rió la mayor–.
Sunhye se encontraba sentada en una de las sillas que habían en la barra de la cocina, mientras hablaba con su adorable y simpática nana.
La tía YangMi luego de unos 20 minutos, terminó de picar todas las frutas y le sirvió a la castaña, claramente había tardado porque había hecho una porción grande para todos los de la casa.
— Mm, está exquisito –dijo la castaña mientras comía del rico postre–.
— ¿Te gustó? –sonrió la mayor, mientras tomaba las cosas sucias que había usado, para lavarlas–.
— Si, está rico –sonrió de vuelta la castaña–.
La castaña terminó su postre y se dirigió a su habitación, para ponerse pijama. Tomó el pijama, era un short y una polera manga corta, ambas prendas de color rosado y con un diseño de pandas.

Se vió al espejo que tenía en su habitación.
— Mala idea escoger este pijama, se supone que no quiero que vean los moretones.
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Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.
Fanfiction¿En serio el chico popular de la escuela sería capaz de acostarse con una chica nueva, solo por una simple apuesta? Si, era capaz, aún cuando por premio le ponían el teléfono que tanto quería. Pero todo eso cambiaría al darse cuenta de sus sentimien...