01.

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Estaba en clases, en lenguaje para ser más específica, odiaba esta materia, a decir verdad odiaba la escuela, odiaba esta escuela.

Pasó la hora de clases más lento de lo que imaginé, tocaron el timbre para retirarnos, era día viernes y volvería sola a casa.

Cuando me encontraba en la salida de la escuela, comenzó a sonar mi teléfono, lo saqué del pequeño bolsillo de mi mochila y contesté la llamada de mi madre.

- Alo -dije con el aparato electrónico en mi oído-.

- Hola hija -dijo mi madre por el otro lado del teléfono-.

- Hola mamá -dije mientras caminaba para llegar a la parada de autobuses-.

- ¿Saliste de clases? -preguntó-.

- Así es.

- Bien, nos vemos en casa entonces.

- De acuerdo -dije y colgó-. ¿En serio solo me llamó para decirme eso? -dije continuando mi camino-.

Tomé el autobús, el cual pasó un par de minutos luego de que llegara a la parada de autobuses. Me puse mis auriculares y escuché música durante todo el trayecto.

Llegué a mi casa luego de un aburrido trayecto en autobús, siempre era lo mismo. Entré a casa y apareció mi pequeño hermano de tan solo 7 años.

- ¡Noona! -dijo mientras corría hacia a mí, para luego abrazarme-.

- Hola Yejun -dije depositando un beso en su cabeza y rompí el abrazo para mirarlo-. ¿Cómo estuvo tu día en clases? -pregunté al menor-.

- Normal -dijo sonriendo-. ¿Tienes hambre? Mamá está preparando comida.

- ¿Mamá está aquí? -pregunté confundida-.

- Si, ven -tomó mi mano y me llevó a la cocina-. Mamá, Sunhye ya llegó -dijo una vez entramos a la cocina-.

- Sunhye -se acercó a mí y depositó un beso en mi frente-. ¿Cómo te fue hoy?

- Normal -miré a Yejun y el rió porque mi respuesta había sido la misma que me dió él hace unos minutos-.

- ¿Tienes hambre? La comida está lista -dijo sacando tres platos del mueble-.

- Estoy muriendo de hambre -dije exagerando-. Yejun, ¿Me ayudas a poner las cosas en la mesa?

El pequeño asintió, fuimos en busca de los utensilios, junto con los vasos y servilletas, y claramente no podía faltar algo para beber, así que abrí el refrigerador y saqué un jugo de piña, mi sabor de jugo favorito.

Después de poner cada cosa en su lugar, mamá sirvió la comida y comenzamos a saborear su delicioso plato.

- Me sorprende que estés aquí un día viernes, pensé que a Yejun lo iría a buscar la tía Yangmi -dije mientras comía-.

- Me dieron libre, así que pasé por Yejun y le dí libre a Yangmi también -dijo mi madre-.

- Ya veo.

Conversamos de lo que habíamos hecho hoy, Yejun se unió a la conversación, para tener tan sólo siete años, era bastante inteligente y maduro, pero claro, solo en algunas ocasiones.

Terminamos de comer y me ofrecí a lavar las cosas, pero mamá no me dejó, así que simplemente ayudé a retirar todo y ella lavó las cosas sucias.

Pasó un rato, mamá me pidió quedarme con Yejun, debía salir a quien sabe donde. Acepté cuidarlo, después de todo, era mi hermano y adoraba pasar tiempo con él.

Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.Where stories live. Discover now