Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.

03.

Finalizó la clase, tocaron el timbre, sinceramente me había gustado mucho esta clase, la profesora Jeon era demasiado simpática, me alegraba tenerla como profesora de matemáticas.

Cuando tocaron el timbre una chica se acercó a mí y me habló.

— Hola –dijo una voz femenina, alcé mi vista y ví a la chica a la cual le había preguntado donde quedaba la oficina del director–.

— ¡Oh! Hola –hice una pequeña reverencia mientras me paraba a ordenar mis cosas para salir–.

— Choi Sunhye ¿Verdad? –preguntó ella–.

— Si, un gusto... –dije mientras le apuntaba con mi dedo índice, esperando a que dijera su nombre–.

— Eun Jae In, pero solo dime Jae –dijo sonriendo–.

— Lindo nombre –dije devolviendo la sonrisa–.

— Gracias –noté como sus mejillas tomaban un color rosadito, era realmente adorable–. ¿Tienes que hacer algo? –preguntó–.

— Iré a dejar esto a mi casillero y luego iré al comedor ¿Sabes dónde está? –pregunté–.

— Claro, si gustas podemos ir a dejar nuestras cosas a los casilleros y luego podemos ir a desayunar juntas –dijo sonriendo–.

— Me parece una idea genial –le contesté con una sonrisa–.

Tomé mis cosas, Jae fue por sus cosas a su puesto y salimos de la sala para luego dirigirnos a los casilleros. Llegamos a los casilleros, el casillero de Jae era el 340, así que nuestros casilleros estaban muy cerca.

Dejamos nuestras cosas en nuestros casilleros y nos dirigimos al gran comedor del establecimiento, todos estaban ahí desayunando lo que el establecimiento les daba, o simplemente, lo que ellos traían de sus casas.

Hicimos la fila para que nos dieran el desayuno, cuando llegó nuestro turno, nos dieron un vaso de leche, sabor chocolate y un pan con queso, rico desayuno.

Nos dirigimos a una de las millones de mesas que habían en el lugar y nos sentamos a desayunar lo que nos dieron.

Comenzamos a charlar para conocernos un poco más, cuando de pronto ví a 8 chicos entrando por las puertas del gran comedor, tres de ellos venían acompañados de unas chicas y se comenzaron a oír voces por parte de todos los del comedor.

— ¿Quiénes son? –pregunté a Jae, quién me miró confundida–.

— ¿Quie.... –volteó, siguiendo mi mirada a la entrada del comedor–. Ah, ellos –dijo aún volteada–.

— Si, ¿Quiénes son? –dije mientras dirigía mi vista a Jae, quién se giró para responder–.

— Son del equipo de fútbol de la escuela –dijo un tanto sonrojada–.

— ¿Es mi idea o te gusta uno de ellos? –comenté mientras soltaba una pequeña sonrisa, ella suspiró–.

— Se llama Jisung, Han Jisung, es el de cabello castaño oscuro.

— ¿El que entró con una chica tomado de la mano? –pregunté–.

— Ese mismo –dijo cabizbaja–.

— Ya veo ¿Por qué no le hablas? –dije inocentemente–.

— ¡¿Estás loca?!

— Quizás –dije riendo–.

— Son del equipo de fútbol, los populares de la escuela, no es fácil acercarse a ellos sin que te rechacen o escapen de ti –dijo Jae–.

— O sea que ya lo has intentado –afirmé y ella se quedó en silencio dándome a entender que si lo había intentado–.