Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.

14.

Sunhye quedó helada, siempre quedaba helada ante estas situaciones. Correspondió finalmente el beso del castaño, fue un beso lento y suave, finalmente luego de un minuto, se separaron.

— Lo siento –dijo Hyunjin–.

— No importa –sonrió Sunhye, sus mejillas estaban rojas–.

— ¿Por qué estás roja? ¿Acaso te gustó? –dijo el castaño riendo un poco–.

— Eres un imbécil, me voy –rió la chica y se acercó a la puerta–.

El castaño tomó el brazo de la chica, tomó su rostro nuevamente y dejó un corto beso en sus labios.

— Nos vemos en el desayuno –sonrió y salió de la sala–.

— Está bien –rió la chica y el castaño se fue–.

Después de un minuto, Sunhye salió de la sala. Obviamente, no podían salir juntos, las personas de ahí comenzarían a hablar.

Todo fue en vano, la castaña empezó a oír cosas sobre ella y Hyunjin, pero solo las ignoraba y no les prestaba tanta atención.

Se dirigió a su casillero y sacó sus cuadernos para su primera hora de clases, en ese momento tocaron el timbre y la castaña se dirigió a la sala que le correspondía.

...👼...

La primera clase pasó, Sunhye tomó sus cosas y salió de la sala. Sus amigas no habían ido a clases, así que no se quedó esperando. Se dirigió a los casilleros y guardó sus cosas.

Cuando finalizó, se dirigió a la cafetería y la mayoría de las miradas se posaron en ella, se oían murmullos nuevamente.

Se formó en la fila que había y le dieron un vaso de leche con un pan, ahora debía buscar una mesa.

— ¡Sunhye! –la llamó una voz muy familiar, era su amigo pelinegro–. Ven acá.

Le hizo señas y la chica se acercó hacia los siete chicos que se encontraban ahí, muchos más murmullos comenzaron a oírse.

— Hola de nuevo –rió la chica, saludando a sus nuevos amigos y ellos la saludaron de vuelta–.

— ¿Te viniste con Hyunjin? No estaba cuando despertamos –preguntó el pelinegro quien ya sabía la respuesta–.

— Si, me vine con él.

— Changbin, ¿Te das cuenta de que media escuela está hablando de que ellos dos llegaron juntos? Y tú le preguntas eso, eres muy tonto –dijo Seungmin mientras reía, los demás también rieron–.

— Sun –dijo Chan y ella lo miró–. ¿Cómo dormiste anoche? –preguntó mientras reía–.

— Maldito insecto, voy a matarte –dijo la chica–.

— ¿Por qué? –rió el rubio–.

— ¿Qué hacía Hyunjin durmiendo conmigo? Si se supone que irías a dormir tu –dijo la castaña–.

— Fue un re.... –dijo Jeongin, pero antes de terminar la frase, fue interrumpido por Félix, quién le golpeó la pierna al menor, por debajo de la mesa, junto con Minho–.

— Cuando nos vamos a quedar a casa de Changbin, Hyunjin no duerme en otro lugar, que no sea la habitación de Changbin –dijo Félix–.