25.

13.6K 1K 620
                                    

Día nuevo, rutina de siempre. Sunhye se encontraba en la cancha de aquél establecimiento al cual asistía, pues su novio y sus amigos tendrían un partido nuevamente.

Pasaron los minutos y como siempre, el equipo de sus amigos y novio, ganó nuevamente.

La chica corrió hasta la cancha y abrazó a su novio, él la alzó, dándole un par de vueltas, finalmente la bajó y depósito un beso en sus lindos y rosados labios.

— ¿Cómo hacen para que el equipo siempre gane? –preguntó la chica al castaño–.

— Mmh.. no lo sé –dijo el chico haciendo una mueca–. Quizás porque cada uno tiene apoyo de sus novias –la tomó de la cintura acercándola a él–.

— ¿Ah sí? –sonrió la castaña, él asintió, sonrió y la besó–. Eres un tonto.

— Pero este tonto te gusta –rió él–.

— No.

— ¿Qué? Me siento ofendido –dijo él, tocando su pecho, el cual se encontraba húmedo debido al sudor–.

— No me gusta, me encanta –dijo ella sonriendo–.

El castaño unió nuevamente sus labios con los de la chica, a ambos les gustaba sentir los dulces y jugosos labios del otro.

— Hyunjin ¿Puedo robarte a Sunhye? –preguntó Sooyoung acercándose a ellos, interrumpiendo el beso–.

— Si, está bien –dijo el castaño a la amiga de su novia–. Nos vemos después Sun –dijo, para luego depositar un beso en los labios de su novia–.

— Nos vemos –sonrió ella y se alejó de su novio–.

Sunhye se había alejado de su novio y sus amigos, junto con Sooyoung.

Los chicos al notar que Hyunjin había quedado solo, se acercaron a él. Changbin golpeó suavemente el hombro del castaño.

— ¿Qué traes con Sunhye? –preguntó el pelinegro–.

— ¿De qué hablas? –dijo el castaño confundido–.

— ¿No se supone que era una apuesta? –habló ahora Jeongin–.

— Ah, eso –miró al piso–.

— Si, eso –dijo Changbin mirándolo atentamente–.

— Ya no es una apuesta –habló rápidamente Minho–.

— ¿Qué? –dijeron todos al unísono, menos Hyunjin, Minho y Félix–.

— Lo que escucharon, ya no es una apuesta –rió Minho–.

— ¿Es en serio? ¿Por qué? ¿Qué pasó? –preguntó Jeongin–.

— Hyunjin maduró, eso pasó –dijo Seungmin riendo–.

Todos rieron al escuchar a Seungmin, pero Hyunjin de inmediato interrumpió la ola de risas que se escuchaban de los chicos.

— Me gusta.

Fue lo único que argumentó el castaño, logrando captar las miradas de todos sus amigos, mientras que por otro lado, Minho y Félix sonreían de las expresiones de los demás.

— ¿Qué? –dijeron todos, uno trás otro–.

— Eso.... Me gusta.

Todos miraban a Hyunjin estupefactos, menos dos de sus amigos, Minho y Félix, quienes ya sabían lo que pasaba con Hyunjin. Y por otro lado, Chan, quien no había dicho absolutamente nada, se había ido al escuchar aquella noticia.

Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu