11.

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Sunhye no quería corresponder el beso, bueno, quería, pero no debía. El chico era novio de la persona que había comenzado a odiar desde el inicio de sus clases en su escuela.

Finalmente se rindió y correspondió el beso, cuando lo correspondió, se volvió un beso lleno de deseo, claro, por el lado de Hyunjin.

Hyunjin tomó a la chica y ella cruzó sus piernas por la cintura del chico. El castaño la puso sobre el mueble de la cocina y continuó besándola.

A Sunhye comenzaba a gustarle, comenzaba a gustarle el sabor de los labios del castaño y eso, era malo, malo para ella.

Continuaron besándose, el castaño sacó la polera de la castaña, dejándola en brasier. Sunhye hizo que el castaño se detuviera.

— Para –dijo cuando el castaño volvía acercarse a sus labios–.

— ¿Qué pasa? –preguntó él–.

— ¿Cómo que, qué pasa? Estamos en la cocina y están todos allá –dijo la chica–.

— Da igual Sunhye.

El chico la besó nuevamente, ella intentó alejarse, Hyunjin bajó sus besos al cuello de la chica, dejando marcas sobre su lindo cuello. Sunhye solo jadeaba.

— Hyunjin, basta –decía entre jadeos–.

— Hyunjin ¿Por qué se tardan tanto? –escucharon a Jeongin adentrarse a la cocina–.

Sunhye se bajó rápidamente del mueble, se agachó, agarró su polera y se la puso rápidamente, se iba a levantar, pero el rubio ya estaba en la cocina y ella pensó que el chico, podría malinterpretar las cosas.

— ¿Qué pasa Jeongin? –dijo Hyunjin–.

— ¿Y Sunhye? –preguntó el menor–.

— Subió al baño –mintió el castaño–.

— Bueno, vengo por las cervezas, se demoran demasiado –dijo el rubio–.

— Si tómalas, están ahí –sonrió el chico un tanto incómodo–.

Sunhye quien estaba agachada, intentó no reír, al ver la erección que había causado en el chico castaño.

— ¿Vienes? –preguntó el menor al castaño–.

— Si, iré enseguida, adelántate –dijo el castaño–.

Jeongin asintió y salió de la cocina con las cervezas, dejando al castaño con la chica, solos nuevamente. Sunhye comenzó a reír cuando escuchó suspirar al chico de su lado.

— ¿De qué te ríes? –dijo Hyunjin mirándola–.

— Deberías mirar tus pies –dijo riendo–.

— ¿Qué?

Hyunjin estaba confundido, dirigió su mirada a sus pies, pero casi no pudo verlos por la erección que tenía. La chica se paró y se sacudió un poco.

— Vas a tener que hacer algo al respecto –dijo Hyunjin, mientras tomaba a la chica de la cintura y la pegaba a él, haciendo que sintiera su erección–.

— No hagas eso –dijo Sunhye mientras se comenzaba a sonrojar–.

— ¿Qué cosa? –dijo pegándola más a él–.

— Hyunjin, ya, sabes que no puede pasar.

— Si puede.

— No, comprende algo, estás en una relación y es con Jiwon –dijo la chica–.

— Pero y ¿Si no estuviera con ella?

— ¿De qué estás hablando? –el castaño la miró y se quedó en silencio unos segundos–.

Todo por una Apuesta | Hwang Hyunjin.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon