-Hola -dijo Alexy con la boca llena y sonriendo, tragó y pudo hablar más tranquilamente-. ¿Cómo dormiste?

-Bien, buenos días Alexy -dije con una sonrisa, puse la tetera al fuego y el pan en la tostadora-. Oye, Aya... ¿Viste a Kentin?

-Sí, salió a correr temprano, me dijo que me quede aquí -respondió, yo lo miré.

-¿Por qué quieres que te quedes? -pregunté, algo no me cabía en esto.

-Pasa que cuando te llevé a la cama él estaba enfurecido, dijo que quería trotar e ir al GYM y que no sabía a qué hora venía -Respondió-. No sé qué habrá pasado para que se haya puesto así, pero debe ser grave.

Yo me quedé callada, no sabía si contarle a Alexy o no, pero consideraba que debía quedarme callada.

-¿Hay algo que quieras contarme, Annie? -preguntó Alexy, yo me quedé callada, mi amigo siempre me había ayudado, podía confiar en él.

-Sí, creo que Kentin está así por culpa mía -dije mientras preparaba mi café y retiraba las tostadas.

-¿Qué pasó? -preguntó mi amigo.

-Sucede que anoche me quedé de nuevo a hacer horas extra hasta tarde -mpecé, saqué la mantequilla y la mermelada de ciruelas, tomé mi café y me senté en la mesa del comedor.

-Eso está mal, Annie, eres pasante no estás contratada, no deberías trabajar más allá de tu horario de trabajo -dijo Alexy muy serio, frunciendo el ceño.

-Necesito una buena calificación para graduarme -dije.

-Eso lo entiendo, pero tampoco puedes dejar que te exploten por una nota -dijo Alexy-. Igual no creo que Kentin se haya enfadado por eso, debe haber algo más.

Yo tragué saliva, Alexy me iba a matar cuando le cuente pero debía desahogarme.

-Anoche nuevamente me quedé hasta tarde con Jeff... -empecé.

-¿Quién es Jeff? -preguntó Alexy.

-Mi jefe -respondí, él levantó una ceja.

-¿Le dices Jeff a tu jefe? -preguntó, seguía aún serio.

-Él me dijo que le diga así, ¿qué quieres que haga? -pregunté, Alexy se encogió de hombros.

-¿Qué más? -preguntó invitándome a que continúe.

-Y cuando terminamos de trabajar él me invitó a un trago -continué, Alexy abrió muchos los ojos-. Y acepté.

-¿Acept...? Annie, creo que no estás siendo sensata -dijo Alexy mientras se restregaba la vista-. Tienes que aprender a separar las cosas, no puedes irte de tragos con tu jefe, por Dios.

-¡Pero sólo fue una cena, no fue nada más que eso! -exclamé levantando las manos en señal de inocencia.

-¿Una cena? ¿No era que te habías ido a tomar unos tragos con él? -preguntó Alexy, yo me di cuenta tarde que había hablado de más.

-Habíamos acordado un trago pero luego pidió unos rollos de sushis y me quedé a comer con él -respondí mientras me entraban los nervios, ¿qué era esto? ¿la suprema inquisición?-. Luego recibí un WhatsApp de Kentin donde me preguntaba dónde estaba.

-Hubieras visto la cara de Kentin cuando le respondiste, parecía un demonio -dijo Alexy mientras se estremecía-. Cuando leyó tu mensaje empezó a insultar en inglés, no le pude entender nada.

-Deja, creo que sé que pudo haber dicho... -susurré, suspiré e intenté hacer que mi dolor de cabeza se vaya-. ¿Qué más sucedió? Porque a mí me dejó tirada a unas treinta calles del edificio.

Corazón de Melón con Chocolate (libro #3)Where stories live. Discover now