«In your face, motherfucker!» pensé. La respuesta de Lily me había dejado completamente desencajada; así que, con la dignidad que me quedaba, me retiré de escena en silencio para reunirme con mi novio.

Kentin alzó sus ojos verdes como las hojas de los árboles en pleno verano y me observó.

-¿Sucede algo, linda? Pareciera como si hubieses perdido una batalla -se burló. Yo no respondí porque sabía que iba a darme un buen reto y con toda la razón del mundo, simplemente me limité a observarlo preparar el fuego.

-Oye, Kentin -dijo la voz de Castiel a nuestras espaldas. Ambos nos giramos y lo miramos, estaba descargando las cosas de Ámber de la camioneta. Dado el embarazo de la rubia, mi novio había conseguido una cama plegable del ejército, pero todo el resto de nosotros dormiríamos en bolsas de dormir-. ¿Estás seguro de que no hay nadie a kilómetros a la redonda? No recuerdo que este sitio sea una reserva natural o algo así.

Mi novio se irguió en todo su metro ochenta y cinco y lo miró.

-Absolutamente nadie. A excepción de una casa abandonada a dos kilómetros -dijo Kentin señalando al suroeste-. Ya vieron lo difícil que es llegar hasta aquí.

-Veo que conoces bien el lugar -le dije mientras montaba una varilla de la carpa de los varones, él me guiñó el ojo.

-Acá hacemos los campamentos de supervivencia una vez al año -dijo con una sonrisa.

-Entonces son terrenos militares -dedujo el pelirrojo, mi novio asintió con la cabeza-. ¿Y tienes permiso para estar aquí?

-Claro que sí. Tengo la autorización firmada por mi padre, sólo tengo que mantener a los civiles controlados y cuidar de que no se provoque un incendio forestal.

-Podríamos visitar esa casa esta noche -propuso Armin y Violetta empalideció.

-Es una buena idea. -Nathaniel se unió a la propuesta del pelinegro, Ámber y yo lo miramos.

-¿Estás mal de la cabeza? -le preguntó su hermana.

-Es una casa abandonada, como mucho habrá ratas arañas -masculló el rubio con toda frialdad.

-Y fantasmas y cuerpos putrefactos que fueron asesinados por una bruja del bosque -dijo Castiel, poniendo cara de sádico. Violetta se encogió del miedo.

-No le hagas caso, Viole -dije mientras le daba un pisotón a Castiel, quien gritó de dolor y me miró de mala cara.

Finalmente nos habíamos instalado, las carpas estaban armadas y Kentin estaba preparando el fuego, aunque debido a las lluvias estaba haciéndose muy difícil encender una lumbre que nos cobije y nos brinde calor para cocinar. Las chicas y yo decidimos ir a explorar un poco en lo que los chicos terminaban de armar todo el equipo de supervivencia, especialmente los gazebos, las mesas y sillas plegables. El río estaba a unos cuantos metros del campamento, caudaloso y de fuerte correntada. También pudimos encontrar varios animales salvajes y hasta incluso pudimos ver a un par de ciervos buscando comida, nos agazapamos lo más que pudimos entre los arbustos y nos quedamos un rato largo observándolos, maravilladas con su hermosa forma, hasta que Violetta dejó salir un estornudo y todos los ciervos salieron corriendo, asustados por ese ruido.

Iris insistía en ir a ver esa famosa casa abandonada, algo a lo que yo me negué.

-Ni de broma -dijimos Ámber y yo, Iris suspiró algo frustrada.

-Yo creo que Annie tiene razón -dijo Lily con timidez. Estaba un poco más suelta desde que habíamos llegado, ya que durante las dos primeras horas de viaje ella no había dicho ni una palabra-. No lo digo porque haya fantasmas, eso no existe, sino porque puede haber personas ahí que utilizan ese lugar.

Corazón de Melón con Chocolate (libro #3)Where stories live. Discover now