-Tokio, por supuesto, Kyoto, Nara, Osaka, Hiroshima, Nagasaki... -empecé a enumerar, pero Kentin me interrumpió.

-¿Los lugares de las bombas nucleares? -preguntó con una cara de sorpresa-. ¿Por qué quieres ir allí?

-Es parte la historia de la humanidad, quiero ir a presentar mis respetos por todos aquellos que murieron. -expliqué con seriedad. Ahí iba mi espíritu loco y altruista, nunca le había dicho a Kentin que el mayor de mis deseos no era conocer el mundo, sino entrar en la ONU y contribuir a la paz mundial.

-Muy bien, linda. Entonces Hiroshima y Nagasaki, ¿qué más?- preguntó Kentin mientras anotaba todo en el cuaderno.

-Miyajima, Sapporo y Okinawa -dije mientras veía como Kentin escribía desastrosamente en la hoja los nombres de las ciudades que quería visitar, leí que puso "oquinagüa".

-Perfecto, voy a estudiar el archipiélago de Japón y organizamos el viaje -dijo con una sonrisa, luego dejó el cuaderno y se acostó encima mío para encerrarme entre su cuerpo y el sofá-. Pero ahora quiero estudiar otro paraíso terrenal.

No pude evitar reírme mientras él me mordía el cuello.

El primer día de universidad lo recibí con una tormenta que caía torrencialmente, con mi enorme paraguas corrí hacia el hall de entrada de la Facultad de Derecho con unos libros en una mano y el resto de mis útiles en la cartera. Muchos alumnos se habían reunido allí a conversar mientras esperaban el inicio de sus horas de clases, los profesores iban y venían entre los pasillos y otro grupo de chicos estaban colgando anuncios en el tablón de novedades; yo me acerqué y observé lo que estaba pegado ahí pues siempre era útil cuando se buscaban apuntes de segunda mano.

"Club de Natación, te esperamos todos los días en la 16ta. Avenida, dictamos clases para los principiantes, inscripción $60, cuota mensual $200."

"Gratificaré la devolución de una cartera Channel que perdí el día 13/11/13 en el aula 3-B, llamar al número XXX-XXXX".

"Grupo de debate político, todos los martes y jueves de 5 a 8pm en el aula 11-A, traer comida y muchas ganas de discutir."

"XLII Encuentro de Olimpiadas de Derecho, inscripciones abiertas hasta el 14 de abril."

"Lucrecia, perdóname, soy un imbécil, no le tuve que mirar las tetas a la profesora de Economía, por favor perdóname, Marcos".

-Así que Marcos otra vez le miró las tetas a la profe de Derecho Económico -dijo una voz masculina detrás mío.

Yo pegué un sobresalto y me giré, era un muchacho alto como Lysandro, de uno o dos años mayor que yo, de cabello y ojos negros, nariz aguileña, un poco de ojeras, labios carnosos y tenía el pelo parado en la parte de la nuca, vestía un saco de vestir con un jean claro y una remera roja, un cuaderno de anotaciones debajo del brazo y la mano izquierda en el bolsillo.

-Este tarado lo único que hace es mirarles las tetas a las profesoras -Dijo mientras se reía para sus adentros-. Lucrecia siempre lo perdona si se humilla.

No entendía por qué me estaba hablando, ni modo... Le sonreí tímidamente y continué con mi camino al aula donde tenía Derecho Internacional Público, cuando entré vi a algunos chicos sentados, no había demasiados, faltaban unos minutos para que comience la clase, elegí un asiento en el medio del salón en la tercera fila y esperé mientras consultaba mi horario.

Ese día tenía Internacional Público, Derecho Reales, Derecho Constitucional, Filosofía del Derecho. Recursos Naturales y Derecho Penal. Me había mareado de tanto leer la palabra "derecho". Por la puerta del aula entró el muchacho que me había hablado en el pasillo junto con otras dos chicas: Una rubia que me recordó mucho a Ámber, delgada y de ojos grises, y una pelirroja, gordita, de cabello corto y penetrantes ojos celestes, se sentaron en la misma fila que yo, pero al frente de todo. Detrás de ellos entró un hombre de mediana edad, tenía una sonrisa bonachona en los labios, cabello entrecano, un poco de barriga y llevaba traje, sin dudas era el profesor.

Corazón de Melón con Chocolate (libro #3)Место, где живут истории. Откройте их для себя