Una trágica y macabra historia persigue al Internado Aigner desde el año de 1990. Fueron los homicidios de cuatro estudiantes y las desapariciones de dos de ellos, que marcaron una generación.
Sus cuerpos aparecieron esparcidos por los alrededores d...
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Solo quedaba un día para el aniversario.
Solo un jodido día y esos bastardos vendrán.
Los íbamos a tener frente a frente.
Todos estábamos entrando en un colapso mental gigantesco, más que nerviosos y alterados. Yo en mi parte pensaba en cuales iban a ser las posibilidades que tuviera que disparar. Las cuales dadas las circunstancias eran altas.
Pero daba miedo, jamás le y disparó a nadie, jamás he estado cerca de un asesino y jamás he estado tan cerca de la muerte como ahora.
Todo esto era real, estaba pasando e iba a ocurrir, y nadie en el Internado pensaba en protegernos. Nadie iba a poner su cuello en peligro por ninguno de nosotros, jodía, pero era más que la siniestra y cruda verdad.
No iban a arriesgarse por un par de adolescentes entrometidos.
La única ayuda que teníamos era por parte de Carter, Theo y Rosalía. Ellos eran nuestros únicos salvadores y quienes estaban dispuestos a morir, al igual que nosotros para cerrar este caso.
No podíamos concentrar en los exámenes y ni en los preparativos para el baile, todos estaban hablando de eso, de los vestidos que ocuparían, de sus notas de donde iban a ir en sus cortas vacaciones. Mientras que nosotros, solo, rezábamos para lograr salir vivos.
Estábamos totalmente desesperados por buscar el significado de esos números, pero no encontrábamos nada con que relacionarlo. Tuve suerte al recibir una llamada de mis padres informando que no iban a llegar a el baile, sino que, al otro día, así que en eso me salvaba.
No quería tener a mi familia ni un segundo en este jodido Internado.
Todos los chicos se las habían ingeniado para que sus padres no vinieran. No queríamos tener nuestra familia en peligro, mucho más cuando sabíamos que esos bastardos venían directos a nosotros.
Esta vez sin máscaras, lobos y corderos rondando sin nadie que los detuviera, todos sabiendo la verdadera naturaleza de cada uno.
Reyes y peones en el mismo tablero, donde cada vez quedaban menos movimientos. Cada bando cerca de hacer un jaque mate, cada quien luchando con bestialidad para salir victoriosos.
Me he fijado como Polo a estado bastante extraño, siempre ha sido alguien cariñoso con Amelia, mucho más cuando se volvieron novios. Pero no lo sé, había algo raro en él desde hace semanas, ha estado extraño.
Demasiado raro.
Cassey y Thaiel también, se la pasaban hablando entre susurros, no pude descubrir lo que tramaba, y eso me estaba enojando. Mi querido novio no ha mencionado palabra alguna de lo que esconden, y eso otra vez me estaba enfureciendo, no era cosa de pocos días, han estado actuando de manera extraña hace mucho.
