Una trágica y macabra historia persigue al Internado Aigner desde el año de 1990. Fueron los homicidios de cuatro estudiantes y las desapariciones de dos de ellos, que marcaron una generación.
Sus cuerpos aparecieron esparcidos por los alrededores d...
Empezar un nuevo camino asusta. Pero tras cada paso que damos, nos damos cuan peligroso era quedarnos ahí parados.
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Resumiendo, a lo extremo lo que sucedió durante la noche para los doce adolescentes. Podemos afirmar que, el Internado Aigner es mucho más misterioso y peligroso de lo que pensaban. Demasiado más de lo que se esperaban. Ahora estaban más que seguros que no era solamente la sombra la que los perseguían.
Había otras personas con identidades desconocidas, pero más que dispuestos a asesinarlos.
Y eso se vio comprobado en el momento que él hombre de la máscara de conejo, levanto su arma sin siquiera vacilar. Era claro reconocer que poco y nada le importaba sus vidas.
¿Quién fue ese hombre?
Carol y Emily trataron de resolver la situación lo mejor que pudieron. Decidieron que lo mejor sería que cada uno fuera a esperar sus habitaciones. Claro que los chicos fueron escoltados por los dos fantasmas, para que así no les pasara nada y pudieran llegar a saber cómo estaba Cassey. Mientras que las muchachas irían a sus dormitorios por seguridad propia.
Tenían que evitar a toda costa que ese hombre volviera a encontrarlos, y por supuesto que les hiciera daño.
Ambos fantasmas se encontraban nerviosos, uno porque temían por Gareth, Leo y Valery. Estaban preocupados pensando que les pudo haber pasado algo. Y otra por el joven, que gran parte de ellos se sentía culpable. Nunca quisieron en verdad involucrar a nadie más en la situación.
Pero estaban desesperados.
Fueron a dejarlos e incluso revisaron los alrededores y piso por piso para asegurarse. Pero ya no había nadie, Carol se quedó con las chicas por unos largos minutos, para calmarles un poco. Mientras que Azael en los dormitorios de los hombres, se dio cuenta que Cassey estaba en su habitación intacto.
Les explico lo sucedido a sus amigos, lo de él hombre y como Lizzie lo salvó de este. Azael se quedó con ellos hasta que sintió que estaban seguros.
Ese hombre se había ido, desapareció tan rápido como había aparecido.
Él joven nadador y la mujer de cabello castaño y unas extremadamente largas. Se juntaron cerca del gimnasio para así encaminarse a el Edificio Delta. Y a medida que se acercaban a este vieron a sus cuatro amigos estirados sobre el césped. Incluso estaba Lizzie quien estaba abrazada con Gareth quien tranquilamente fumaba.
Todos estaban serios, y eso era más que entendible. Por un lado, estaban alegres por recuperar las cintas de vídeo después de tanto tiempo. Pero por otro, se sentían profundamente culpables y preocupados por los seis jóvenes.
Los habían arrastrado a su horrible destino. Haciendo que cayeran presos en las garras de Demonios, que solamente buscaban asesinarlos.
