Una trágica y macabra historia persigue al Internado Aigner desde el año de 1990. Fueron los homicidios de cuatro estudiantes y las desapariciones de dos de ellos, que marcaron una generación.
Sus cuerpos aparecieron esparcidos por los alrededores d...
El destino es quien baraja las cartas y nosotros somos quienes jugamos.
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Emily se veía bastante alegre con el triunfo de Thaiel, casi al mismo nivel que el chico moreno. Este la abrazo a mas no poder, casi asfixiándola. Estaba todo eufórico por haber ganado que ni se daba cuenta que los demás trataban de decirle algo.
La chica de cabellos blancos se pasó todo el partido con un ataque recurrente al ver cuando lo tacleaban. Pero a nada grabe para variar, aunque en un medio tiempo Thaiel casi se rompió un hombro en una de esas situaciones.
Y por poco y lo sacan en camilla.
Después de unos minutos Thaiel se puso de pie y siguió como si nada. En fin, fue un gran partido, demasiado tenso y con muchos accidentes de por medio. Todo termino con un estrechada de mano por parte de los capitanes, ambos sonriente y felicitando a el otro.
Thaiel estaba a un lado de los chicos todos terminando de felicitarlo.
—¡podrías haberte roto el maldito brazo! —Emily comentó bastante enojada, negó divertido sin parar de sonreír.
Valery afirmaba a Alessandra evitando que esta le hiciera caso a Leo y Gareth para que fuera a molestar a los del otro equipo.
—solo fue un golpe nada de lo que preocuparse— le contestó de manera simple.
Pocos minutos después Amelia llegó junto a Selina, las cuales seguían con sus uniformes puestos. No pudieron seguir regañándolo ya que esta vez partieron hacia la competencia de natación. Les fueron explicando lo descubierto hace solo un par de minutos.
Y así planear su próximo movimiento.
—tenemos que encontrarlo—dice Amelia muy segura. — Hoy mismo, hay toque de queda y nadie va estar después de las once, ni siquiera los que limpian.
Todo perfecto.
—otro plan suicida— se quejó Selina frustrada.
—no creo que sea tan mala idea. Lizzie dice que cree saber dónde puede estar enterrada esa cosa que dijo la profesora. — Informó el italiano—Solo tenemos que ser rápidos.
—se les olvida que el hijo de Damián está en el internado ¿no? — comentó Cassey poniéndose la capucha de su polerón, se notaba que este tenía mucho sueño. — No quiero ser aguafiestas y mal amigo, pero ojalá no me toque a mí encontrarme con él. He estado dos veces cerca de la muerte y la tercera no me motiva tanto.
Cassey no solo de eso tenía preocupación, sino de todo prácticamente, de todos los que pudieran estar viéndolos. Porque a pesar de todo, el ambiente del Internado estaba un poco tenso y bastante raro. Además, estaba cansado de que, en todo este tiempo, él haya sido el único que haya sido perseguido por ese hijo de puta.
Es que para el de rizos su mala suerte era enorme.
—tampoco hemos visto los vídeos que sacaron de ese lugar—les recuerda Carol dado a entender que faltaba ese detalle—pero lo primordial es encontrar lo que haya enterrado, puede que sean los mismísimos ojos de algunos de nosotros y si son esos podremos descubrir a otro de nuestros asesinos.
