𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 ²⁴ 𝐿𝑢𝑛𝑎 𝑟𝑜𝑗𝑎

1.3K 142 27
                                    

En sus ojos apagados hay un eterno castigo.

Doblamos en la esquina del edificio de natación para encaminarnos hacia el gimnasio, no nos demoramos tanto como esperábamos, cada vez me acostumbraba más a el Internado, cada vez parecía que ya conocíamos más los lugares

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Doblamos en la esquina del edificio de natación para encaminarnos hacia el gimnasio, no nos demoramos tanto como esperábamos, cada vez me acostumbraba más a el Internado, cada vez parecía que ya conocíamos más los lugares.

Estábamos convirtiéndonos en todos unos expertos.

Justo cuando doblamos en una de las esquinas para llegar hacia el Gimnasio, mi cuerpo impactó con el de un chico, retrocedí tambaleándome. Alcé mi vista para fijarme de quien se trataba, me di cuenta de que lo conocía; Adam.

Ese era él chico que estaba en el club de Lacrosse.

No tardó mucho en reconocerme, me sonrió bastante calmado, me incliné hacia adelante y solté una leve risa. A su lado iba una chica con melena rubia, bastante guapa y muy alta, casi de mí mismo porte, creo que la conocía, era una de las chicas del equipo de baloncesto femenino.

Creo que tengo algunas clases con ella, pero no recuerdo cuales.

Alce una ceja al percatarme como iban vestidos. Pantalones militares, botas negras, camisas rojas y unas pistolas de Paintball, además de estar cubiertos de pintura.

—¡Cassey que bueno verte! —saludo alegre.

Gareth a mi lado soltó una risa de desagrado mientras se recargaba en la pared a esperarme.

—estábamos jugando Paintball con los chicos de otras clases—menciona apuntando a sus pistolas. —¿Te unes?

Negué de inmediato.

—no gracias, tengo algo que hacer, la próxima sin falta, lo prometo.

Su amiga de ojos azules no estaba ni pendiente a mí, si no miraba hacia todos lados vigilando que no viniera nadie.

—oh que pena—suspiró frustrado— cuando te desocupes puedes buscarme o a cualquiera que lleve un pañuelo rojo. No uno azul—aviso de inmediato— esos bastardos ya tienen suficiente gente.

Me reí ante lo cómico que sonaba, su voz era graciosa.

Pronto una bola de pintura azul cae casi en la cara de Gareth, quien para variar ya se veía bastante molesto. Los dos se alertaron de inmediato mirando de donde provenían, de inmediato visualizaron a seis chicos con pañoletas azules que corrían hacia ellos.

—¡mierda nos encontraron!¡Abril ahora de correr! —ambos desaparecieron lo más rápido que pudieron siendo perseguidos por esos seis chicos quienes parecían sacados de Call of Duty.

—¡por Natación! —gritó uno de ellos mientras les disparaba bolas de pintura y sin más desaparecieron de mi vista.

—vamos por favor, todos saben que fútbol americano les gana a los dos—exclamó él chico cigarro bastante engreído.

𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐀𝐢𝐠𝐧𝐞𝐫 ▪︎ZWhere stories live. Discover now