𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐¹²𝐶𝑎́𝑚𝑎𝑟𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑑𝑜𝑠

1.4K 157 54
                                    


[Canción de capítulo;  Tom Odell-Heal]

La amistad duplica nuestras alegrías y divide nuestras tristezas

-Baltasar Gracián

-Baltasar Gracián

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—¡Boo!

El guardia giró hacia todos lados buscando el origen del ruido. Lizzie se rio, para ella era tan fácil asustar a las personas. Comúnmente se espantaban solo porque les tocaba el hombro o hacia un pequeño ruido.

Su gran perro ladraba hacia todas partes, al parecer este la sentía mucho mejor que el mismo humano. Aunque Lizzie se mantenía oculta, sin dejarse ver. No se le hizo difícil espantarlo, bien ese hombre le temía a los fantasmas y cualquier ruido que escuchaba lo relacionaba con algún ser espectral.

—¿Enserio boo? ¿no se te ocurrió otra manera de asustarlo? —le reprocha la chica de cabellos pelirrojos.

Las dos se miran sonrientes y entretenidas. Ya pasando los minutos los dos jóvenes y la chica del vestido blanco vieron que había cumplido su cometido. Llevaron a él hombre lo suficientemente lejos como para que se tardase en volver. Cosa que dudaban que hiciera, ya que lo vieron más que espantado.

Cumpliendo así su misión se encaminaron de regreso a reunirse con sus amigos. Pasaron caminando por los dormitorios de mujeres, más que tranquilos aparentemente y riéndose de cosas irrelevantes.

Una luz los asustó.

¿otro guardia?

Su pensamiento se vio interrumpido cuando vieron una silueta sobre la colina, cerca, demasiado cerca del Edificio delta. No era la sombra, estaban más que seguros de eso. Pero tampoco pudieron ver su rostro, estaba ahí de pie a unos pocos metros.

Los tres se quedaron en un estado de shock, puesto que sabían que no había ni un solo guardia más a los alrededores. Ellos se habían encargado exclusivamente de ellos, pero si no era alguien patrullando.

¿quién era esa persona?

Estaba vestido de negro, su rostro estaba tapado por una máscara que por la distancia no pudieron reconocer. Entre sus manos afirmaba unas largas cadenas, con las cuales estaba cerrando la entrada del edificio.

¿Por qué estaba haciendo eso?

Se preguntaron de inmediato.

No era alguien que trabajase en el Internado, no era nadie que conocieran. Pero no sentían que fuera un aliado, supieron en ese instante que quien quiera que fuera. No era su amigo.

Cerro todo con grandes candados, estaba buscando que nadie pudiese entrar.

—¿quién será? —susurro el muchacho siendo callado por Lizzie.

𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐀𝐢𝐠𝐧𝐞𝐫 ▪︎ZWhere stories live. Discover now