Capítulo 20: El demonio.

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-¿Pero qué demonio?

Oí pasos acercándose y corrí a ponerme alguna otra camiseta de cuello tortuga que pueda cubrir las manchas de sangre, y apenas acabe de ponermela cuando la puerta se abrió para dejar a la vista a mi madre muy enojada.

-¿Dónde estabas?

Miré a mi alrededor desesperada buscando una excusa, aún no podía decirle "Me escape de casa y un loco vampiro en atacó".

-Yo...

-Tú papá muy enojado y yo también -me regañó, sé que a veces era gracioso ver a mi mamá molesta pero esta vez no fue así -Mírate ¿De dónde vienes? Parece como si estuviste en la guerra.

-Mamá puedo explicarlo.

-Bien, házlo, pero antes bañarte porque apestas ¿Okay?

Asentí y ella salió de mi habitación teniendo una expresión de molestia y asco que sí logró hacerme reír un poco, luego volví mi mirada al espejo y me pregunté ¿Cómo es posible que esté viva si cuando aquel psicópata me atacó sentí como si muriera?

****

-¿La casa de tus abuelos Tess? ¿Estás segura?

La rubia asintió mientras guardaba un par de blusas dentro de su bolso apoyado en la cama.

-Sí papá, quiero pasar tiempo con ellos, por lo menos uno o dos días.

-Pero hija yo no puedo ir tengo trabajo que hacer y...

La muchacha se volteó a ver a su padre, él estaba apoyado contra el marco de la puerta con una taza de té en las mano, si alguien más lo viera ni siquiera pensaría que fuese padre de lo joven que lucía para su edad.

-No te pido que vayas conmigo Pa, puedo ir sola.

-Sabes que tus abuelos no son muy cariñosos.

Ella se encogió de hombros, el verdadero motivo por el cual se iba a visitarlos era descubrir un poco sobre el pasado de su padre pues por alguna razón él se empeñaba en ocultarlo y luego de lo hablado sobre Wade no hizo más que plantar la semilla de la duda en su hija, ahora ella quería saber a toda costa porqué demonios debía de mantenerse alejada de aquel pelinegro y cuál era el motivo por lo que su padre se vio tan alterado.

-Yo los quiero igual -una vez terminado de armar su bolso, lo tomó en brazos y fue hasta su padre para darle un beso en la mejilla -Descuida, ellos no viven lejos de aquí, sé llegar perfectamente y cualquier cosa que sucede te llamaré para avisarte.

-Tessa no estoy seguro de que vayas.

La rubia sonrió con cariño, en sus ojos cafés había un brillo encantador como lo tuvo su tía alguna vez, lástima que no pudieron conocerse.

-No puedes vivir con miedo toda tu vida papá, ya no soy una niña, sé cuidarme sola -le dió una palmada al hombro y agregó como en broma -Quizás hasta deberías buscarte una novia, eres un sujeto guapo según mis profesoras y ciertas amigas.

Erick puso los ojos en blanco por un momento luego rió.

-Vete, pero apenas llegas me llamas para corroborar que estás bien.

Ella asintió y se despidió agitando la mano.

-¡Nos vemos luego Pa!

Erick se giró a verla correr hacia la salida.

-¡Cuídate mucho Tessa y no salgas de noche, mucho menos hables con desconocidos! ¡Y si alguien te acosa recuerda que en tu bolsillo está el gas lacrimógeno!

Aiden.Where stories live. Discover now