I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)

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—No me estoy distrayendo —suelto molesto. —es sólo que Leah también me necesita.

—Creo que estás consiente de cuantos clientes estamos perdiendo y que nuestro director de proyectos renunció. Después se te ocurre comprar un parque viejo con nuestro dinero sin el consentimiento de nadie y cambias a Amanda de piso cuando yo la puse especialmente contigo, ¿qué estás haciendo, Grayson?. Parece que no te das cuenta de lo que pasa.

—Ese parque fue una inversión, o una obra de caridad, como quieras verlo.

—No pienses que te crea eso, sé bien por que lo hiciste —Maldito Ethan, debió contarle todo. —Ethan y tú saben mejor que nadie cuánto he trabajado en esto, cuanto me he esforzado en formar su futuro y carrera. En unos meses tendré que escoger el nuevo director general y Marcus y yo queremos que ese seas tú, nadie podría llevar la empresa mejor que tú y cu...

—¿Qué hay de Ethan? —interrumpo confundido.

—Tu hermano está descartado para mí —echa un suspiro decepcionado. —Jodió su futuro cuando tuvo la brillante idea de convertirse en padre  —lo suelta sin filtros, y me duele bastante oírlo.

No quiero ni saber cómo se pondrá Ethan cuando se entere, y quizás papá tenga razón en que se necesita bastante tiempo, pero Eth se ha esforzado, podría decir que se ha esforzado mucho más que yo.

—Ethan más que nadie quería ese puesto, no le puedes hacer esto —reclamo.

—Él se lo ha hecho solo. Además, Marcus está encantado con que tú lo seas, confía ciegamente en ti —sonríe. —no le podemos decir que no, y por esa misma razón no permitiré más distracciones.

—Por dios... yo no quiero ser el director general, es demasiado trabajo, apenas puedo con el puesto que tengo ahora.

—Y eso es porque no le dedicas el tiempo necesario, no invertí tanto tiempo para que me vengas con eso.

Me viene bien estar en la empresa, no lo niego, vivo día a día con comodidades que de otra manera no podría tener, y lo agradezco, pero es que nunca estaba convencido de esto, ni siquiera tuve que terminar la universidad, mi padre tenía perfectamente escrito mi futuro, y ahora la idea de que yo sea el director general la tiene tan metida en la cabeza que no sé cómo haré para sacarla de ahí.

No quiero que mi vida sea sólo eso, no quiero estar encerrado todo el tiempo en juntas y oficinas, no quiero seguir más los pasos de mi padre. Me estoy cansando y apenas llevo menos de cuatro años.

—Nunca te lo pedí —defiendo.

—Entonces no goces tanto el dinero que te estoy dando. Devuélveme los carros, devuélveme los lujos que tienes, Grayson. —me advierte molesto y me señala con el dedo. —Es hora de que te enfoques y dejes atrás algo que te tiene tan perdido. Me lo agradecerás, hijo.

—Mierda, es eso lo que te molesta. Te molesta que salga con Leah —contesto frustrado.

—No tengo nada en contra de esa chica, pero no dejaré que tires todo por la borda sólo por un amor pasajero.

—Lamento que tu plan de emparejarme con Amanda no haya funcionado, tienes que superarlo.

—Ese no es el problema, sólo te hago ver la realidad. Amanda tenía iniciativas de trabajo, Leah era una mesera y ahora la estás manteniendo.

—Carajo, pierdes tu tiempo hablando conmigo —me doy la vuelta furioso, más que sólo furioso, pero escucho su dura voz nuevamente.

—Me lo vas a agradecer, lo harás, Grayson.

—Ya no sé qué es lo que quiero, papá —me giro ligeramente y le respondo. —Me metiste a la fuerza en la empresa, nunca me diste el tiempo para pensar en lo que quería.

—Tú y tu hermano adoran la empresa.

—Sí, lo hago, pero me estoy cansando de tomarla como una prioridad, ¿qué pasa si eso no es lo que quiero hacer con mi vida?.

—Ya te lo dije, entonces devuélveme todos los lujos que la empresa te ha dado —amenaza por segunda vez.

Me quedo callado, por primera vez en toda mi vida mirándolo con desprecio. Respiro las veces que son necesarias para lograr tranquilizarme.

—Quédate con todo —respondo desafiante y sigo mi camino para volver a la habitación.

Eso no es una amenaza para mí, realmente no me importa el dinero, incluso creo que hay cosas más importantes que eso.

Una vez entrando hago una lucha interna para relajarme, no quiero que ninguna de las dos pregunte qué pasó, menos Leah, porque no me veo capaz de explicarle ni siquiera la mínima parte, se sentiría terrible con la idea que mi padre tiene en la cabeza.

—Mamá, papá te está esperando afuera—suelto sin al menos pensarlo, sale de mí.

—¿Tan rápido? —arruga la frente confundida.

Y antes de poder sacarme una excusa de la manga, el rey de roma se presenta en la puerta nuevamente.

—Sí, tengo cosas que hacer —dice este, mirándola.

—De acuerdo —hace una mueca y se gira hacia Leah. —espero que te mejores, y me alegra que sólo haya sido un mal susto —le sonríe con sinceridad y se levanta de la cama para caminar hacia mí. —te veo luego, cariño —me besa la mejilla y me abraza.

No existe mujer más buena en esta tierra que ella, ojalá pudiera influir en los pensamientos clasistas de mi padre. Su comentario sobre Leah resuena en mi cabeza cada dos minutos y me hace querer golpear algo.
Seguramente si no se hubiera enterado que Leah era mesera, la conversación de hace tres minutos jamás hubiera ocurrido.

Una vez mis padres se van, me acerco a Leah y me siento en la cama con ella.

—¿Qué tanto hablaron? —le sonrío tierno.

—Cosas de chicas —suelta una risa. —¿todo bien con tu padre?.

—Sí, ya sabes, problemas de la empresa nada más.

—Se veía un poco serio —me dice preocupada.

—Está estresado —le acaricio la mejilla y deposito un beso corto en sus labios. —¿cómo te sientes?.

—Bien, ya casi que me siento como nueva.

—Me alegro, nena —le sonrío feliz.

Antes que nada quiero aclarar que el padre no es Sean. Gracias, las amo mucho💕