''PROHIBIDO'' -Secretos De Mi Vida

Capítulo 7

Carrie

Las horas pasan muy lento, busco una forma de dormir pero no me es posible y cuando menos lo espero mis ojos se empiezan a cerrar. Mi sueño no dura por mucho debido a un fuerte estruendo que me despierta proveniente de la planta baja, me levanto de la cama y cuidadosamente salgo del cuarto, poco a poco escucho quejidos en aumento.

-¡Maldición! ¡¿Quién demonios dejó esa pendejada ahí?! -Reconozco esa voz.

Veo a un tipo alto tambalearse debido a que se golpea con todo lo que encuentra en su camino.

-¡Aah! ¡Carajo! - Trato de no reír fuerte pero en cambio un chillido sale de mi.

-¡¿Qué mierda?! - Se voltea asustado hacía todos lados.

-Fuiste tú. - Digo y al instante me mira. -Tú dejaste eso ahí. -Le indico los objetos con los que anteriormente se golpeó.

-Qué haces despierta? Qué acaso no te mandé a dormir?! -Da un paso hacía mi.

-No, de hecho no, solo me tiraste en la cama, trataba de dormir pero con tus quejidos nadie podría hacerlo. -Le sonrío.

-¡¿Yo no te dejo dormir?! ¡¿Yo?! ¡¿Ya viste acaso la hora que es?! Cuando te dejé ahí eran las 7 de la noche. Ahora son las... -Mira su muñeca pero no encuentra lo que creo que se trata de su reloj y saca su celular de su bolsillo. -!Son las 3 de la mañana! ¡¿Realmente esperas que me crea eso de que es culpa mía?!

-No pero... No es necesario gritar tanto.

-Eres irritable..- Susurra. -¡Me molesta que no me hagas caso!.- Grita y yo brinco del susto.

-Bueno, pero tú no has dicho por qué vienes haciendo tanto alboroto.

-¡¿Ahora yo tengo que darte explicaciones?! - Se acerca más lo que me permite sentir su repugnante olor a alcohol. -Eso no te incumbe. -Toma con fuerza mi brazo. -Te llevaré a tu cuarto para que te duermas de una maldita vez.

-¿Entonces aún estoy secuestrada? ¿Aún no me dirás quién eres?.

-Ya te dije que no estás secuestrada, puedes irte en cuanto se te antoje. -Ríe. -Claro si es que te acuerdas por dónde fue que llegaste aquí.

-Entonces...

-Ya te dije suficiente! Ya cállate! -Me interrumpe.

Después de discutir un rato más y caminar hasta mi habitación, que por cierto yo caminaba él en cambio no dejó de tambalearse, noto los moretones en sus nudillos y la sangre de su labio inferior.

"Dónde se metió este tipo?"

-Ya te dije que eso no incumbe.

"¡¿Qué diablos?! ¿Cómo lo supo?"

-A ti probablemente no pero a mí sí. Así es como me piensas mantener aquí?

-Bueno ya métete a tu habitación y duérmete. -Abre la puerta de ésta y me da un empujón. -Deja de fregar por un rato.

-¿Yo te molesto? ¡Pero si tú fuiste el que me trajo aquí!.

Sin decirme más cierra la puerta de golpe, yo me recuesto en la cama tratando de conciliar el sueño pero a través de la puerta puedo escuchar una respiración agitada. Luego de un rato el silencio me invade haciéndome pensar que él ya se ha ido y al cabo de unos minutos escucho pisadas alejándose.

"¿En efecto yo solo le estorbo?..."

Mis ojos vuelven a presenciar el sueño y me doy media vuelta en la cama. Un leve sonido me despierta, un arrastre acompañado de un fuerte golpe de nueva cuenta me hacen salir de la cama.

"Dios este sujeto debe estar bien perdido"

Salgo de la habitación, camino poco y al llegar al escalón noto a un chico sentado con los ojos cerrados por completo. Me acerco poco, muevo mis manos para ver si de verdad duerme pero él no despierta, su cabeza cae un poco de lado indicándome que en efecto está perdido en alcohol y sueño. Intento levantarlo pero no lo logro y en su lugar regreso a la habitación, lo miro, él aún duerme.

"¡Carajo!"

Tomo una de las sábanas que se encuentran en la cama y corro a cubrirlo con esta.

-No porque seas un pedazo de mierda conmigo significa que yo lo seré contigo. -Lo miro.
-Después de todo me acogiste en medio de la lluvia.

Al despertarme veo mi ropa arreglada encima de un sofá rojo que se encuentra en la misma habitación.

"¿Es chiste cierto?"

Paso las manos por mis ojos intentando decirme a mi misma que es un sueño y que debo despertar. Miro debajo de la sábana que me cubre y en efecto me han cambiado la ropa.

-¡Mal nacido! - Grito con todas mis fuerzas.

-De nada. - Me mira sonriendo desde la puerta.

-¿De.. De nada? - Preguntó confundida.

-Si así es, no lo tomes como una disculpa por lo de anoche. -Él toma mis cosas y las deja sobre la cama. -Es más bien un aviso.

-¿Aa.. Aviso? -Él me mira asombrado y se cruza de brazos.

-Sí un aviso, acaso, ¿no te enseñaron en la escuela lo que eso significa? -Lo fulmino con la mirada.

-Por supuesto que si. -Digo tratando de contenerme.

-Bueno, ¿y qué esperas?. -Me golpea en la frente con su dedo índice.

-¿Aviso por qué o de qué?. -Me pongo de pie y él me mira con seriedad.

-Aviso de que ya no te quiero en mi casa. ¡L a r g a t e !. - Me grita y se va.

-Aah, mira que bonito primero me traes y luego me corres..
¡Tú v e t e a l a!... -Entra al instante.

-Apresúrate o lo haré yo. - Cierra la puerta de golpe.

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Al llegar a mi casa él no dijo una sola palabra, los lentes oscuros que traía tampoco me permitieron ver si sus ojos expresaban algo pero para qué si ya sabemos que lo único que expresarían sus ojos es odio.

"Me alegro tanto que ya se terminara"

-¿Uhm? Pero ¿cómo sabes dónde vivo?. -Me volteé a mirarlo pero ya no estaba.

"Qué tipo más mal educado"

El portón de mi casa se encontraba abierto lo que se me hizo extraño al principio pero que más me podía esperar de la mansión SK.

-Supongo que la señora Lilia volvió a regar las flores del jardín.

Camino por la acera y veo la fuente, recordando como era feliz de niña dando vueltas al rededor de ella. Llego a la puerta principal y el señor Braeden mayordomo de la casa me recibe con una amplia sonrisa.

-Buen día señor Braeden. -Digo y él solo se inclina ante mí. -Supongo que nadie me preguntará dónde estuve, ¿cierto?

- Bueno señorita esas son cosas suyas que a mí no..

- A ti no te concierna. - Lo interrumpo, cubro mi boca y bajo la mirada al recordar que ya no me encuentro con el loco que me secuestró y por lo tanto he sido una completa grosera. - Lo siento mucho.

-No se preocupe, debe apresurarse su madre la está esperando. -Sonríe.
-Al parecer le tiene una sorpresa.

Al escuchar esto corro a mi habitación, saco ropa del clóset, entro al baño a ducharme lo más rápido que puedo y al finalizar de vestirme me dispongo a abrir las cortinas.
Un aire frío recorre mi cuerpo, fijo la mirada en dos personas que se encuentran cerca de la fuente, trago en seco y mis manos comienzan a temblar al ver a mi madre hablando con ese desgraciado.

"¿Qué mierda está sucediendo? ¿Tú conoces a mi mamá? ¿Ella y tú? ¿Se conocen?"

Él mira directo a mi ventana, fijamente a mi, sonríe, se despide de mí y luego de ella, quién al parecer no se percató de mi presencia.

"No te sorprendas si te digo que ... nos veremos pronto pequeña..."