-Preguntas al final. Lo que iba diciendo, llamé a tu casa, pero tu tía me dijo que no estabas. Te llamaba porque ayer escuché a mi madre hablar con tu tía Mary de algo bastante raro. Decían algo así como intentar hacer algo esta noche, que tu tía no podía echarse atrás, que los Oscuros las recompensarían, y lo más extraño, hablaban de algún trato en el que tú y más personas estaban incluidas.- explicó

Me quedé callado intentando asimilar todo, ya que me lo había soltado de golpe y mi mente podía ser muy lenta si se lo proponía.

-O sea que...- me quedé callado sin saber que decir o hacer, pero entonces la campana me salvó de tener que explicar o aclarar algo de lo que no tenía ni idea. Cuánta razón tiene lo de "Salvado por la campana", un objeto a veces mortal y somnífero porque no suena, y salvador cuando sí lo hace.- Bueno, me tengo que ir a clase. Luego hablamos de eso.

Ella asintió y cada uno tomó un camino opuesto, hacia sus respectivas aulas.

- Y, Rick- me llamó ella justo antes de que yo girara la esquina- Gracias por defenderme ante tus amigos- acabó ella y se fue antes de que yo pudiera decirle nada.

Seguí caminando sin parar de pensar en lo que me había dicho Jannette. ¿Un trato? Debía de estar equivocada, si apenas me relacionaba con mi tía, ¿Qué tenía que ver yo en su trato? Quizás, como la madre de Jannette es abogada, mi tía había hecho un trato con alguno de sus clientes en el que yo tenía que hacer algo para que ella ganara más dinero. Seguro que era eso.

Antes de que me diera cuenta, ya había llegado a clase y me sentaba al final del todo como siempre. ¿Qué tendrá la Historia que me hace odiarla tanto? No lo sé, pero digamos que no es muy de mi agrado tener que aprenderme millones de fechas para un solo examen. El profesor entró en el aula y empezó la clase.

-Bien chicos y chicas, hoy estudiaremos la mitología.

Muchos exclamaron aburridos, excepto algunos de los que estudiaban bastante y les gustaba el tema. A mí no me desagradaba, simplemente me molestaba que el profesor hablara de todo como si de verdad hubiera sido real, aunque, ¿Cómo van a existir Dioses que controlen el agua, el fuego, la naturaleza...?

Después de que explicarnos un poco que era la mitología, llegó a un tema que me hizo prestar atención.

-...pero aparte de haber seres buenos, también habían malvados o malhechores. Estaban los titanes, los Dioses Oscuros, los monstruos, los...- lo interrumpí

-Perdone Señor Calumn, ¿Podría repetir lo que acaba de decir?

-Claro Rick- dijo claramente asombrado de que participara en clase- Los titanes, los Dioses Oscuros...

-¡Eso! Los Dioses Oscuros, ¿Podría hablar un poco más de ellos?-

Los Oscuros... tiene que ser eso

-Por supuesto. Eran los Dioses, como bien dice su nombre Oscuros. Cuenta la leyenda que Los Dioses Oscuros, también conocidos como Los Cuatro Oscuros, Dioses de la muerte, el caos, la destrucción, y el odio, sembraban el pánico entre los mortales produciéndoles terribles alucinaciones y accidentes, que podían llegar a ser mortíferos, solo por divertirse, buscar venganza o amenazar. Pero Las Diosas de la Luz, o Las Cuatro Bondadosas, diosas de la armonía, la paz, la belleza y la felicidad, ayudaban a mantener el equilibrio entre bien y el mal gracias a que combatían a los Dioses Oscuros realizando bondadosas acciones. Pero bueno, no son más que leyendas ¿No?- explicó, por una vez de forma irreal

Yo asentí perdido en mis pensamientos y la clase continuó con normalidad otra vez. Todo el día estuve pensando y pensando sin parar. Dioses Oscuros... Diosas Bondadosas...Tratos misteriosos... Demasiadas cosas que asimilar en una sola mañana.

El día pasó casi sin darme cuenta, y cuando ya presté atención al mundo real, era de noche y estaba en casa.

-¡Richard! ¿Estás listo?- gritó mi tía desde el otro lado de la puerta.

-¿Para qué?- le pregunté

-¿No te acuerdas? Te lo dije esta mañana, vamos al 230 Fifth con una amiga mía. Esta mañana me has dicho que sí.

-Aah...Es verdad. Ahora voy.

Me duché y vestí en un tiempo récord y salí con mi tía hasta el coche.

Genial, primero tengo que ir a un restaurante aburrido y aparte, conducir yo también.

Tras llegar al lujoso restaurante, una camarera nos condujo hasta una mesa vacía, reservada para nosotros.

-¿Tía Mary, por qué hay cuatro sillas?

En ese momento me giré hacia la entrada y una mujer vestida elegantemente estaba hablando con la camarera que nos había atendido. Pocos segundos después, Jannette cruzó la puerta.

-¿Jannette?

-¿Rick?

Se acercó, y mi tía y su madre se disculparon por no habernos avisado de que íbamos a cenar acompañados. Comimos casi en silencio, mientras mi tía y la madre de Jannette hablaban animadamente sobre economía. Al parecer, las dos estaban muy interesadas en el tema, e incluso tenían bastantes conocimientos. Que más cosas desconocería yo de mi tía.

En cuanto acabamos el postre, una deliciosa mousse de chocolate acompañada de frutos del bosque, la camarera nos trajo la cuenta.

-Richard, Jannette, ¿Me haríais el favor de ir a darle esto a la camarera? Ha sido muy amable.- dijo mi tía mientras me entregaba veinte dólares para la propina. Resoplé disgustado, pero aun así me levanté.

Nos acercamos hasta el mostrador en el que había colocado un bote con una pequeña pegatina que decía "Propinas"

-No- replicó la madre de Jannette, Larissa- Mejor dárselo personalmente.- Nos encogimos de hombros y nos dirigimos a la cocina donde habíamos visto a la camarera desaparecer.

Entramos y empezamos a buscar a la mujer, cuando un pequeño destello plateado que vi por el rabillo del ojo me llamó la atención.

-¡Jannette cuidado!- le grité mientras me tiraba contra ella para apartarla de la bandeja metálica que se dirigía hacia su nuca.

Rodamos en el suelo y conseguí neutralizar a la camarera dejándola en el suelo de cara a mí, pero en un instante sus ojos se volvieron completamente negros y me mostró una sonrisa de dientes afiladísimos que acabaron mordiendo mi muñeca.

Grité de dolor mientras la sangre brotaba de la herida, y la camarera empezó a evaporizarse mientras reía.

-Rick, ¿Qué...-un golpe me dejó K.O en el suelo con un fuerte dolor punzante en el cuerpo que empezaba desde la nuca. Alcancé a oír a alguien hablar antes de cerrar los párpados.

-Os avisaron Rick, y no quisisteis hacer caso- fue lo último que oí por parte de mi tía antes de quedar completamente inconsciente.

***

HOLA LECTORES Y LECTORAS!!

E AQUÍ OTRO CAPÍTULO PARA VOSOTROS. ESTE ES UN POCO MÁS LARGO

¿OS HA GUSTADO?

ESPERO EXPECTANTE VUESTRO VOTO Y OPINIÓN.

NADA MÁS QUE DECIR, ASÍ QUE...

BESOS Y ABRAZOS. BYE BYE!! :)

Los Guardianes de los Cuatro Elementos ©Where stories live. Discover now