Capítulo 13: A tu lado.

Magsimula sa umpisa
                                    

Naomi qué ya había ingresado al automóvil se asomó por una de las ventanillas traseras y le enseñó el dedo medio al vampiro, sin olvidar su rencor hacia él.

Gastón tomó las llaves del automóvil que su hermano le entregaba y de muy mala gana aceptó viajar con ellos.

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Aiden siguió a Liam hasta una enorme casa con decoraciones sutiles que le daban la apariencia de hogar antiguo aún cuando no lo era. Su corazón latía rápidamente y por primera vez en mucho tiempo sintió una mezcla de emociones entre la alegría, nerviosismo y miedo.

¿Qué iba a decir cuando la vea? ¿Y ella lo reconocería de inmediato como Liam lo hizo o no?

Al ingresar al terreno de aquel hogar una sensación familiar lo recorrió sin embargo sabía que nunca antes estuvo ahí, pero el hecho de que sus parientes se alojen allí quizás le trajo ese sentimiento.

Metió las manos en sus bolsillos para evitar demostrar que le temblaba el cuerpo y tragó duro al subir los peldaños de la entrada.

¿Ella estaría del otro lado?

Liam que iba al frente se detuvo ante la puerta y extendió la mano hacia el picaporte pues cerca de éste había una nota pegada, lo tomó bastante curioso y leyó en voz alta para que su hermano también oyera.

–"Volveré mañana: mamá" –el castaño miró con aquellos ojos celestes grisáceos a su mayor –Ella no está aquí.

Aiden le arrebató de inmediato el papel, la emoción que sentía seguía intacta pero una oleada de decepción lo invadía ¿A dónde había ido? ¿Por qué no estaba ahí?

Quería verla, anhelaba encontrarse con ella, deseaba ser abrazado y oír su voz porque por más que lo intentará no la recordaba, solo veía una silueta borrosa de ella en sus memorias y no quería creer que Clary la había quitado de él completamente.

–¿A dónde fue? –miró a Liam, no podía ocultar la tristeza en su voz –¿Por qué no está aquí?

Liam lo pensó un instante hasta que sus ojos se abrieron con asombro y exclamó.

–La casa del lago, lo había olvidado.

–¿Qué?

–Hoy es el día en que moriste Aiden, y mamá fue a visitar el lugar donde te perdió, como todos los años.

El muchacho bajo la mirada a la hoja de papel escrita con bolígrafo y paso la yema de sus dedos por el relieve de la tinta, esa era la letra de su mamá. Cada vez que sentía estar un paso más cerca algo ajeno lo apartaba de ella, pero esta vez no sería igual.

–¿Sabés cómo llegar? –le preguntó a Liam y éste asintió.

No iba a permitir que el tiempo o la distancia lo separé de ella otra vez, era su familia y estuvo apartado de ellos por tantos años, no iba a dejar si quiera que un par de horas eviten su encuentro, él quería ver a su mamá, tenía todo el derecho de ello.

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Corrí tras de Rory por la inmensidad de jardín trasero que tenían sus padres detrás de la mansión, la pequeña me llevaba bastante distancia y mientras reía a carcajadas sacudía entre sus manos un par de medias blancas que habían estado en el cuarto de sus papás, así que intentaba quitárselo para que no fuera a ensuciarlas. Lo único que me faltaba era ser despedida porque no pude evitar que una niña se entrometiera en la habitación de sus padres y les robara ropa.

–¡Vamos Miku, corre! –me alentó y no pude evitar reírme. Traté de verme seria para obtener algo de respeto pero no funcionó, ella me veía como si fuese su hermana mayor sin el poder suficiente para regañarla.

Aiden.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon