CAPÍTULO FINAL

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Era navidad. Amaba la navidad. Esas fechas eran mis favoritas. Disfrutar del frio, la familia, los regalos, la comida y el ambiente. Un ambiente lleno de cariño y unión. Un día donde podías estar tranquilo, olvidarte de todo.

Es por eso, que mis padres me han mandado a llamar. Se han quedado pensativos y serios. Algo raro pasaba. Pero no nada malo. Al menos ahora.

Hablaron. Querían mi autorización para pasar las fiestas con los Jauregui. No entendía porque me pedían permiso. Bueno, lo sabía. Pero no era nada malo. A fin de cuentas, lo había superado. Había pasado tiempo conmigo, había pensado.

Ya no sentía nada por Lauren.

Pasaron cosas, pero se acabó. Es por eso que sin ningún problema, dije que podrían hacerlo.

Ya era mucho de mantener un odio a esa familia. Ellos no me hicieron nada, solo Lauren. Y a fin de cuentas, eran nuestros problemas. No de ellos. Habían pasado días ignorándose, dejar de hacer las cosas que antes hacían juntos y pasar tiempo en silencio por una batalla que no era de ellos.

Así que si, hoy era día de pasar navidad con los Jauregui y mantener la armonía que era típica de esas fechas. Compartirla como cada navidad, con ellos. Era la costumbre.

No parecieron muy seguros de mis palabras. Me dijeron que si cambiaba de opinión, sin problema les dijera. Solo les sonreí y les di la razón.

Me fui a mi habitación y me quedé pensando.

Mierda.

Miraría a Lauren.

Después de aquella ultima vez, la miraría de nuevo.

Supongo que era normal sentirse extraño.

No dejaba de hacerme preguntas, a veces llorar en silencio y sentirme terrible por estar sin ella después de tener nuestra rutina de regreso. Tal vez no la había superado del todo. Pero ya no la amaba. Era solo volver acostumbrarme a estar sin ella.

Me miré en el espejo. No era un atuendo muy elegante, pero me sentía cómoda. Una camisa negra con un estampado extraño en blanco. Unos pantalones negros que se ceñían a mi cuerpo. Una chaqueta de mezclilla que me quedaba algo grande, pero me la regaló mi padre esta mañana y me encantó. Y unos tenías.

Me dejé el cabello suelto y algo ondulado. Me maquillé un poco. No me gustaba tanto el maquillaje, pero en ocasiones especiales, supongo que era necesario.

Ni tampoco sabía maquillar, pero lo básico me funcionaría.

— Wow, que gay te miras con eso. — Sofi. Me reí. Volteé a verla, rodando los ojos. — Si, Mila. Sabemos que eres lesbiana, no lo tienes que gritar. — se burló, entrando a mi habitación.

— Es navidad. No quiero traer un vestido o algo raro. Por mí, estaría en pijama. — asintió, dándome la razón.

Fue que me dijo que me maquillaria mejor. La mandé al carajo. Pero aquí estaba después, siendo maquillada por mi hermanita. Sabía más que yo en estas cosas.

Bajamos. Mi padre estaba mirando el horno, cuidando el pavo que se hacía dentro mientras mi madre se alistaba.

— Creo que me equivoqué de talla. — señaló mi chaqueta, negué.

— Me gusta mejor así. — me senté en la mesa junto a él. Miré el horno y sonreí. Recuerdos.

Platiqué con él un rato. No de mucho, solo para no sentirnos tan solos. Pero a él siempre le gustaba preguntar.

— ¿Estás segura con esto? Ella vendrá. — fue tan repentino que no me lo esperé. No supe que responderle. No dudes. Di algo, Camila.

— Según yo, la última vez se apellidaba Jauregui. Así que si invitamos a los Jauregui, es parte de ¿no? — las bromas siempre eran buenas. Se rio, rodando los ojos por mi comentario.

Como si pudiera gustarte |#CAMREN#|Where stories live. Discover now