CAPÍTULO 15

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— ¿Cómo me miro? — preguntó. Se miraba en el espejo, moviendo su vestido negro. Sonreí.

— Te miras hermosa. — no dude en decir. Sin miedo, sin titubeos. Era la verdad, era hermosa.

Se dio la vuelta, mirándome. Me sonrió grande.

— Lo sé, me estás comiendo con la mirada. — jugó, me reí.

Caminó hacia acá, tirándose en la cama.

— Mierda, ahora es mi fiesta de "No cumpleaños, pero cumpleaños". Estoy tan emocionada. — diciembre era muy lejos de junio. Pero no iba a protestar.

Si quería hacer su cumpleaños ahora, era cosa de ella.

Estábamos en su casa. Acabábamos de llegar de casa de Blake, donde sería la gran fiesta. Yo sólo me quedé en una esquina esperando a que terminarán de hablar mientras la chica casi me mataba con la mirada.

Aquella chica no me daba buena espina.

Pero ahora aquí estábamos. Ella se probaba su vestido de esta noche, esperando mi opinión. Aunque sabía, que no diría nada malo. A Lauren le quedaba todo perfecto.

— Si, en diciembre. ¿Por qué ahora? — pregunté la gran incógnita.

Dejó de saltar llena de emoción en la cama y me miró.

— ¿Es malo esperar a que sea casi el último día de preparatoria y casi las vacaciones de invierno? Oh, vamos. Siempre es mejor así. Solo una excusa para festejar. — se burló, riéndose por lo bajo.

Ciertamente, solo quedaban dos semanas para salir. Después disfrutar de solo dos semanas de vacaciones y las fiestas navideñas.

— Pero, no festejaste tu cumpleaños en junio. ¿O sí? — pregunté, confusa.

Se quedó seria, alzando una ceja.

— De verdad no lo sabes. — habló en voz baja, más para ella que para ambas. Pero aun así, escuché.

Iba a preguntar que se suponía que debía saber, pero entonces Clara abrió la puerta de la habitación de Lauren.

— Chicas, ¿Puedo aparecerme ahí por la noche? — Lauren negó de inmediato.

— Solo para personas de mi edad, mamá. — le recordó Lauren. Haciendo que la mujer soltara un bufido.

— Bueno, como sea. Te miras bien. — señaló su vestido. — Yo que ustedes, comenzaría arreglarme. — indicó la hora. Luego cerró la puerta.

Entonces recordé su regalo.

— En fin, como cambiaste la fecha de tu cumpleaños y es ahora. — comencé, burlándome. Rodó lo ojos. — Te tengo un regalo. — metí mi mano en mi bolsillo de la chaqueta, sacando una cajita.

Sus ojos mostraron curiosidad.

— No hemos estados juntas en otros cumpleaños, pero ahora tenemos esa oportunidad. — me moví de la cama, poniéndome cerca de ella.

Se tensó. Sonreí, colocándome detrás de ella. Han sido días raros.

Saqué de la cajita un collar, tenía una libélula como colgante. Eran las favoritas de Lauren.

Pasé la cadena metálica por su cuello, hice su cabello a un lado. Luego abroché la cadena por detrás. Noté que bajó la mirada, observando el colgante.

— Una libélula. — habló en un tono extraño. — Son mis favoritas. Tienen un gran significado, ¿Sabes? — se dio la vuelta, colocándose frente a mí. Sonreía con tristeza. — Una vez quise tatuarme una, pero mi madre hizo un escándalo y lo dejé para después. — se rio, me reí también.

Como si pudiera gustarte |#CAMREN#|Where stories live. Discover now