—Y eso no quita que todo sea una mierda.

—No, en lo absoluto. —Sonrió—. Soy un profesor de música de mediana edad, créeme que mi vida mejora cada vez que toco un instrumento, pero se vuelve llevadera, como si las notas me quitaran un peso de encima.

—¿Para eso vino?

—Sí, pero parece que estás peor que yo.

—No tiene idea, en serio.

—¿Has gritado?

—¿Qué?

—Si te sientes así, deberías probar gritar. Es más liberador que tocar el piano, a menos que sea una canción de Adele... sus canciones son tan catárticas.

Mad sonrió al escucharlo decir eso y luego lo miró aterrada cuando lo oyó gritar. Ni siquiera decía alguna palabra, solo era el sonido de su grito.

—Inténtalo, te sentirás mejor. —No paraba de reír.

Mad hizo caso a su consejo y gritó con fuerza, hasta que solo le quedaron ganas de reír, ignorando el resto de la realidad. Siguió refugiada en la sala de música hasta que se acabaron las clases y se fue a encontrar con sus amigos a la sala de ciencias sociales, con un estado de ánimo mejor al que había tenido durante todo el día.

—Bien, tenemos unos minutos antes del club de teatro —dijo Jeff.

—Y son los últimos ensayos, así que, no puedes faltar, Mad —indicó Mary, terminando de meter sus cosas en su bolso.

Mad estaba sentada sobre una mesa, escuchando a sus amigos conversar, estando ahí todos excepto Ned y Lyla, quienes se marcharon rápido para hacer un trabajo con un par de puntos extras que les dio el profesor de matemáticas, pues tenían nota insuficiente para aprobar.

La electricidad en la escuela falló y Mad sostuvo con dolor su cabeza, cerrando sus ojos. Al abrirlos, todavía adolorida, vio a su alrededor y notó que estaba en clases, rodeada de sus compañeros y con la profesora hablando, cuando de repente volteó y se vio a sí misma gritando. Todo a su alrededor se detuvo, excepto ella —o más bien, ambas—. La otra Mad avanzó por la sala y ella la siguió, deteniéndose cuando se giró, para luego empujarla.

Mad cayó al suelo y despertó, rodeada de sus amigos, siendo Raven la más sorprendida del grupo, pues ella no conocía su naturaleza mágica. Jeff le extendió la mano y Nick la sostuvo desde atrás, para ayudarla a pararse y evitar que se cayera de nuevo.

—De... de repente... —Trató de explicar Nick lo que ellos vieron, pero no fue capaz.

—¿Qué mierda fue todo eso? —exclamó Raven.

—Mad... tenías los ojos totalmente negros —dijo Jeff—, como si estuvieran cubiertos de tinta.

—Igual que cuando se presentaron el sábado en la noche. —Recordó Nick.

—Ok, resumen rápido para que entienda Raven: Mad tiene visiones y últimamente ha manifestado algunos poderes extraños —explicó Mary—, como lo que acabas de ver o controlar el clima.

—¡Todavía no sabemos si fue ella! —Contradijo Nick.

—¿Necesitas más pruebas? ¡Lo que acaba de hacer es totalmente fuera de toda cosa científica, al igual que sus sueños!

—¿Podemos solo salir de aquí? —pidió Mad.

—Cierto... ¿te parece bien ir al ensayo de teatro? —preguntó Jeff.

—Me encantaría. Necesito cantar.

Sus amigos la llevaron afuera. Fanny estuvo callada todo el tiempo, todavía avergonzada por su reacción del sábado. Se fue junto con Nick, pero Raven insistió en quedarse para ver el ensayo, pues su novio Andrew ayudaba en el equipo de sonido, como parte del club de audiovisual. Se sentó al fondo del anfiteatro, a la espera de que terminara de guardar los equipos y sorprenderlo, pero no contó con que él se dirigiría rápido a hablar con Mad, debajo del escenario.

Mad #PGP2023Where stories live. Discover now