21. EL DESPERTAR

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—Ya te lo he dicho, es necesario hacer el cálculo cuando...

—Aprecio su forma de pensar...

—¿Entonces así termina? Vaya pedazo de mierda...

—Debo estudiar, estudiar, estudiar...

—¿Me hablara hoy? Tal vez ni sabe que existo...

—Enserio, no podría vivir sin esta comida...

—Vamos chicos, aún tenemos esperanzas, solo debemos...

—En este tiempo, se dice que el emperador recibió un fuerte golpe...

—¿Cómo va la última parte...?

—¡Por los dioses, esta historia esta genial...!

—Apártenlo de los demás, y llévenlo a...

—¡Demonios! Esa chica es muy linda, creo que debería hablarle...

—¿Por qué ella? ¿Por qué ella?...

—Es enserio, dicen que puede arrancarte la cabeza solo con su mano...

—Lo siento, le aseguro que no volverá a suceder...

—La has liado compañero, no debiste hacerlo tan obvio...

—Entonces si suman estos dos números, se obtendrá...

—¿Cuántas veces les he dicho que no maltraten los libros...?

—La próxima vez caerán, estoy seguro...

—Está claro que eres brillante, pero hasta los listos pueden cometer errores...

—¡Arriba, no se detengan, hoy deben ser mejores que ayer...!

—El idiota pensó que no me daría cuenta de que me estaba viendo el trasero...

—Necesito verla de nuevo, necesito saber cómo esta... ¡Malditos sean los dioses!

Sus ojos violetas se abrieron de par en par. Aunque la luz blanquecina buscara cegarla demostró que sus centelleantes ojos eran mucho más potentes, así es como ella consiguió percatarse de que se encontraba en una habitación de paredes blancas.

Movió los ojos hacia todos lados, observó un extraño aparato electrónico a su lado izquierdo de donde tendía una bolsa con un líquido trasparente.

Algo en su nariz le impedía tomar aire. Su corazón latía a gran velocidad, por un momento temió que este se saliera de su pecho.

‹‹¡Pueden callarse!››, intento gritar, pero lo único que consiguió fue escuchar las palabras en su mente. Aunque estas pronto se vieron ahogadas por las cientos de voces que inundaban su cabeza y no parecían estar dispuestas a abandonarla en un corto periodo de tiempo.

Buscó levantar sus manos para proteger sus oídos, al hacerlo sintió como algo filoso se clavaba con mas profundidad en su brazo, así impidiéndole el moverlo.

Sus destellantes ojos color violeta se movían hacia todos los rincones, lo único que pedía era que callaran las voces, eso era todo lo que pedía, estaba dispuesta a hacer lo que quisieran, si hacían callar las voces.

—¿Qué ha sucedido? —consiguió percibir que preguntaba una voz de mujer, la cual se impuso por encima de las demás voces.

—Creo que el despertar le ha provocado un ataque de ansiedad —respondió otra voz—. Les suplico de la manera más atenta que esperen afuera, debo atender a mi paciente.

Las quejas escuchadas tanto por un hombre como por una mujer, no hicieron más que se incrementara aquel terrible dolor que le atenazaba la mente y amenazaba con explotarle la cabeza, lo que acabo demostrando al apretar los dientes buscando soportar el dolor al tiempo que su cuerpo iniciaba a moverse de un lado a otro.

Choque de Maestros (Crónicas de un Inesperado Héroe II)Where stories live. Discover now