Bajo la misma Luna (Marichat) [TERMINADA]

Capítulo 29. Final

26 de Diciembre.

"Mi Adorable amiga y dulce compañera de clases, Marinette, me ha dado éste increíble y único cuaderno diseñado especialmente para mí. Bueno... Especialmente diseñado para Chat Noir. Aunque, en realidad, aveces siento que Chat Noir me representa más de lo que Adrien lo hace, pues ésa secreta e imperfecta identidad tiene el privilegio de equivocarse cuánto quiera, jugar cómo y cuándo se le dé la gana y ser quien quiera ser sin pensar en calzar perfectamente dentro del molde que la gente ha predispuesto para mí. Amo ser Chat Noir. Pues serlo me ha dado todo lo que siendo Adrien no podría tener jamás, como por ejemplo... Libertad.

También quiero escribir todos los detalles que viví la última navidad convertido en Chat Noir, para no olvidar nunca todos los sentimientos que experimenté gracias a ésta maravillosa chica que, aunque ella no lo sepa realmente, me ha salvado de ahogarme en el profundo abismo que la soledad había creado en mi corazón.

Marinette Dupain-Cheng.

Ella es una criatura maravillosa. Dulce, amable, inteligente, tierna y dispuesta a dar todo lo que tiene para hacer sonreír a los demás, sin importar quien sea. Es mi amiga... Una increíble amiga. Ella últimamente me ha hecho sentir... Cosas. Cosas raras que no puedo describir muy bien. Se preocupó por mí a pesar de no conocer casi nada de mí. Me buscó para que pasáramos la navidad juntos, ¿Cómo sabía ella que estaría sólo y desesperado ésa noche? ¿Por qué estaba dispuesta a enfermarse con tal de llevarme a casa? ¿Qué tan grande puede ser el corazón de una persona? Aunque, para ser sincero, agradezco que ella me rescatara. Ahora que lo pienso... Probablemente se sintió como si hubiese sido un gato abandonado y solitario, acogido por ella, la más adorable chica conocida, quien poseía mucho amor para brindar y un cálido gorro rojo que no sólo calentó mis orejas, sino también mi corazón.

Recuerdo que jugamos mucho ésa noche. Escondíamos objetos al azar en la casa y el otro debía buscarlo, quien lo encontrara primero podía reclamar un premio. Marinette ganó seis de las siete veces que jugamos. Ella pidió acariciar mis orejas, oírme ronronear, escuchar una historia que me gustara, que bailara junto a ella, que le cantara un villancico y me hizo prometer que no le guardaría secretos, mucho menos aquellos que hacían doler a mi corazón... Si supiera que hubiera hecho todo eso y más sin necesidad de un juego tonto. Traté duramente de ganar, pero ella es increíble descubriendo mis escondites, aunque claro, el hecho de que era su casa y la conoce a la perfección le daba mucha ventaja. Pero tenía algo que realmente deseaba, así que, luego de rogar por una última oportunidad y conseguirla, no la desaproveché. Lo escondí donde no se atrevería a buscarlo... El tejado. Claramente rompí las reglas, pero ella fue tan dulce que no dijo nada al respecto. Y me dio el premio que tanto había anhelado.

"Déjame dormir en tu regazo, por favor"

Ah, aún me siento avergonzado de haberlo pedido. Siento mis mejillas y orejas calientes justo ahora... Necesito un respiro. Mi corazón está latiendo muy rápido en éste momento. Soy un desvergonzado... Lo sé. Aunque me gusta pensar que fue bueno arriesgarse. Pues me dormí mientras sus manos acariciaban suavemente mi cabeza... Como si fuera un verdadero gato. Qué divertido. Era la primera vez que me sentía como un niño y un gato al mismo tiempo. O mejor dicho... Como un pequeño gatito que deseaba ser acogido por alguien. Y sólo ella pudo hacerme sentir así. ¿Por qué? ¿Por qué me late así el corazón al pensar en ella? ¿Por qué éste sentimiento es diferente al que sentía antes?

Me avergüenza todavía más el recordar aquellos raros pensamientos que llegaron a mi mente mientras dormía sobre su regazo. Sé que el beso que dejó en mi frente mientras me deseaba una feliz navidad me despertó un poco, pero aún confundía la realidad con la fantasía, por lo que, viendo sus profundos y cristalinos ojos que me observaban con dulzor, un sentimiento arrasador nació en mi corazón, llendo mucho más allá de lo amistoso. Deseando más de lo que podría llegar a tener.