Bajo la misma Luna (Marichat) [TERMINADA]

Capítulo 9.5 Identidad

Las cámaras habían dado el resultado que por tanto tiempo había sospechado, pero aún así la sorpresa fue grande al comprobar indudablemente, que mi padre, el mismo hombre que temía del mundo exterior, era el que causaba ése miedo que tanto profesaba.

Por alguna razón, la traición golpeó mi pecho, el dolor ardió en lo más profundo de mi ser y lo único que quería hacer era olvidar. Después de todo, el hombre al que me había esforzado tanto por conocer, al que creía entender mejor que antes, de repente se volvía un desconocido. Toda la información recaudada con esmero y dedicación se borraron de manera automática al ver la grabación. Y ni siquiera después de aquello podía creerlo. Era por esa razón que me encontraba allí, en su guarida, el lugar donde escondía todo.
¿Cómo... Cómo es que era capaz? ¿Qué intentaba lograr?

—Desgraciadamente no siento la presencia de ningún miraculous aquí, así que tu padre lo debe tener en otra parte. ¿No crees que sería mejor que nos largáramos de aquí cuanto antes? Tu padre no estará ocupado por siempre y si te descubre, quién sabe de qué podría ser capaz...— susurró Plagg a mi oído.

Negué con la cabeza. No. Él... Él no sería capaz de hacerme daño, él probablemente se enojaría y quizá me prohibiera muchas cosas pero... Él jamás haría algo que pudiera lastimarme. ¿Verdad?

Pero...

¿Qué había de ése "pero"? Llegados hasta ése punto, ya no sabía ni siquiera de lo que era capaz y de lo que no. Ya no sabía qué clase de persona era mi padre, sentía que ya... Ya no... Ya no podía confiar en él.

¿Por qué... Papá?

...

—¿No se lo dirás a Ladybug? Mira, entiendo que te sientas frustrado, dolido y todas esas cosas que sientes ahora, pero tú trabajo es terminar todo, es decir... Ya sabes, debes vencerlo... Pero si no quieres, y sé que no, al menos deberías recuperar el miraculous.

Observé cómo Plagg me miraba curioso. Así como se encontraba sentado y con las orejas bajas, parecía un lindo gatito esperando por comida.
Suspiré con pesadez, cerré los ojos y tiré mi cuerpo hacia atrás, cayendo sobre la almohada de mi cama. La frustración, el dolor, la ira, la incertidumbre, la confusión y la impotencia estaban haciendo estragos dentro de mí. Quería gritar. Quería desahogarme de alguna manera. Quería respuestas, quería... Quería olvidar.

Marinette.

Su nombre pasó por mis labios sin darme cuenta. ¡Eso es! Ella lograba hacerme sentir mejor sin importar qué. Ella era increíble. Ella... Ella definitivamente podría ayudarme... Por lo que, sin poder esperar más, me transformé, tomé antes las fotos y pruebas que necesitaría más tarde y salí en dirección a su casa.

La verdad era que tanto tiempo sin verla, por algún motivo, me estaba matando.

...