Capítulo 15. Filial

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Nuestro lazo es la sangre.

¿Pero dejarás que sea sólo eso?

¿Por qué no puedes ser como todos los demás padres que en verdad quieren a sus hijos?

Acaso... ¿Yo no era razón suficiente para que dejaras todo atrás?

Alguna vez... ¿Me has amado?

Papá... ¿Qué te parece si comenzamos de nuevo?

×××

—¡No, Chat, no se los entregues!— pidió con desesperación Marinette, sintiendo la culpa arder en su pecho.

Gabriel movió su bastón en círculos, provocando que posteriormente el campo de fuerza se esfumara. Chat caminó hacia él, los miraculous de ladybug en sus manos. Marinette se puso de pie, tenía que hacer algo, no podía permitir que Gabriel tomara los pendientes. No podía permitirlo... Miró a su alrededor, en busca de cualquier cosa que pudiese ayudarle, sin embargo no había nada que pareciera útil a su alcance. Lágrimas volvieron a brotar, pues Chat ya se encontraba a tan sólo un paso de Gabriel. Ya no sabía qué más hacer.

Hawk Moth extendió su mano, ansioso por tener por fin los miraculous, tener por fin la puerta hacia el pasado...

—Padre... Lo siento.— susurró de pronto Adrien, justo antes de arrebatarle el miraculous del cuello y dar un salto hacia atrás, cayendo de pie muy ágilmente.

La transformación de Gabriel llegó a su fin, y éste cayó de rodillas sostenido por ambas manos. Su rostro reflejaba asombro y furia.

—¿Qué fue que...? ¿¡Cómo es que fuiste capaz!? — preguntó atónito el hombre, sin poder creerlo.

Chat Noir caminó hacia Marinette a paso lento, un sentimiento mezclado entre el alivio y el temor se manifiesta en su pecho. La miró a los ojos, sonrió y si pensarlo más, se apresuró a rodear su cuerpo con sus brazos, sintiendo el dulce y acogedor aroma de la chica.

—Lamento mucho haberte hecho llorar. No sabes cuánto lo lamento.— susurró a su oído antes de girarse y mirar a su padre, quien aún lo miraba de manera interrogante. —Nooroo fue de gran ayuda. Aunque lo más importante es que... Jamás fui akumotizado.— Adrien refriega su rostro con una mano, logrando que su piel se limpie un poco, luego, con mucho cuidado, se quita los lentes de contacto. —Y si te preguntas cómo fue que contactamos con Nooroo, pues... Los Kwami pueden hablar entre sí sin necesidad de que el miraculous esté activo. Fue así como tu Kwami aceptó en hacer que creyeras que yo había sido víctima de tu Akuma. Fue gracioso, la verdad... Mi habilidad con el origami y un papel color morado ayudó mucho. Todo lo que necesitaba era una excusa para acercarme a ti sin que sospecharas nada. Y... Lamento no haberte dicho antes, Ladyb... Marinette. Sólo que no quería que algo saliera mal.

—¿Cómo pudiste hacerme esto? Ni siquiera conocías mis razones... ¡Todo lo hice por nosotros! ¡Por la familia que solíamos ser!... ¡Todo lo hice por Emily! ¡Sólo... Sólo quería tenerla de vuelta! Sólo... Sólo quería... Quería poder volver a verla... A tocarla... A escuchar su risa... Quería despedirme... — el ferviente llanto de su padre quemó como fuego ardiente en el dolido corazón del héroe, quien temía acercarse al hombre a causa de la desconfianza que él mismo había creado.

Chat Noir caminó hacia su progenitor y se sentó sobre uno de los escalones cercanos a él, nervioso, asustado, inseguro...

—El pasado jamás podrá cambiarse, papá. El pasado ya ha sido escrito, y desgraciadamente, no podemos borrarlo ni reescribirlo. Nuestro presente fue creado a partir de él, y si no puedes cambiar lo que pasó, sólo queda hacer todo aquello que quieres hacer, consciente de que luego no podrás cambiarlo. Quiero decir... Escribir en el presente, un pasado que nos guste en el futuro. Deberías tomar lo que te duele y... Y convertirlo en arte. Crecer y aprender de las lecciones que nos pone la vida, ¿No lo crees así, padre?.

Marinette cruzó la mirada con la de su rubio amigo, sintiendo una extraña sensación de vértigo en su vientre. Ambos sonrieron, pues las cosas habían sido solucionadas finalmente.

—Lo hicimos...— dijeron ambos con una sonrisa algo triste.

—Buen trabajo, héroes. Han hecho un increíble trabajo. — exclamó con alegría una voz que Marinette reconoció de inmediato. Al voltear, todos los presentes pudieron encontrarse con el maestro Fu, quien llevaba consigo una especie de maleta. —Es hora... — susurró antes de liberar una pequeña mariposa que voló hacia Gabriel y lo dejó dormido de inmediato.

—¡Maestro Fu! ¿Qué está haciendo aquí? ¿Cómo fue que se enteró?— cuestionó Marinette caminando hacia Chat, quien acariciaba cariñosamente el cabello de su padre.

—Wayzz sintió la señal de alarma que envió Tikki, así que vine a terminar las cosas como debe ser. Gracias por todo, chicos. Han sido los mejores Ladybug y Chat Noir que he conocido. Pero ahora... Es tiempo de olvidar.

Chat Noir se levantó de golpe, Marinette lo miró de reojo. Los corazones de ambos adolescentes se aceleraron ante las ideas que aquella frase les estaba creando.

—¿A qué se refiere?— preguntaron al unísono los héroes.

El anciano sonrió con melancolía. Aquella era la parte más difícil.

—Ustedes... Por el bien de todos, tendrán que... Olvidar todo lo relacionado con los miraculous y los Kwamis, lo que podría ocasionar que... Bueno, que olviden cómo se conocieron.

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¡Fin de la maratón!

¿Qué piensan de la historia?

Los próximos capítulos los subiré cuando la historia llegue a los 1.500 leídos.... Así que corran la voz para que podamos llegar pronto.

¡Gracias por comentar, votar y todas las cosas bellas que hacen!

¡Los amodoro!

Bye, bye, Chingus!

♥_Eva-Chan_♥
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Bajo la misma Luna (Marichat) [TERMINADA] Where stories live. Discover now