Bajo la misma Luna (Marichat) [TERMINADA]

Capítulo 5. Labios

Marinette no podía creer lo que acababa de ocurrir. Tocaba sus mejillas con ambas manos y las podía sentir calientes. Sus labios hinchados le provocaban una clase de vergüenza que sólo ella podía comprender. Es decir... ¿Quién te besa sin decirte nada para luego caer desmayado otra vez? Y no es como si hubiera estado deseando ése suceso... ¿O sí? Entonces, ¿por qué se mantuvo quieta cuando fácilmente podía haberlo quitado de encima? ¿Por qué cerró los ojos en medio de un peligro latente?

Intentó relajarse. Estaba siendo demasiado dramática. Después de todo, no era la primera vez que lo besaba, aunque... Esta vez se había sentido un poco diferente.

¿Qué decía un poco?

¡Era como si jamás hubiera sido besada antes!

¿Esto era en realidad un beso?

Marinette observó el rostro sonrojado de Chat, quien después de tomarla en sus brazos y besarla, yacía nuevamente inconsciente sobre su diván. Es decir... ¿¡Quien hace algo así!?

Tikki voló hacia Marinette e intentó traerla de regreso a la realidad, pero su amiga se encontraba demasiado perdida en sus pensamientos que le resultó difícil después de un tiempo.

—Mary... Mary, ¿No crees que deberías hacer algo con él?— cuestionó la pequeña motita roja señalando al gato que emitía algunos que otros quejidos por la boca.

Marinette cerró sus ojos, respiró profundo y pensó que lo mejor sería olvidar todo por ahora, al menos hasta que la fiebre de Chat Noir bajara. Corrió escaleras abajo y luego de tomar en sus manos un paño y llenar un recipiente con agua caliente, volvió a la habitación dispuesta a cuidar de él.

Sus manos recorrieron su rostro, más que por sentir su temperatura, parecía ser que la chica se encontraba en un trance del que no podía salir. Su piel era suave, su cabello sedoso... Era una maravillosa obra de arte. Una que, muy dentro de sí misma, deseaba contemplar en privado para siempre. Hasta que, por supuesto, el arte abrió los ojos, logrando que Marinette cayera sobre su trasero.

—¿¡Marinette!?— preguntó con sorpresa al notar a su compañera delante de él.

¿Qué estaba sucediendo?

¿Acaso no sólo era un sueño?

Chat cubrió su boca, asombrado y avergonzado de lo que había hecho. Aunque... ¿Por qué no parecía afectada por eso?

—Chat... Tú... Llegaste y de repente te desmayaste así que te traje adentro y luego tú...— Marinette dudó... Quizás lo mejor sería olvidar. Olvidar exactamente todo. Por el bien de ambos. —Tú... Te levantaste y te caíste, te golpeaste la cabeza bien feo y te volviste a dormir... Sí, sí... Eso sucedió... — ¿por qué era tan mala mintiendo?

Adrien sabía que estaba mintiendo. ¿Por qué? ¿Es que... Lo odiaba, acaso? ¿Por qué quería olvidar algo que obviamente ambos habían disfrutado? La furia invadió su cuerpo, un dolor punzante se hizo presente en su pecho. Claro... ¿Quién querría recordar un beso con alguien que... Que no quería?

Duele.

Fue todo lo que pensó antes de levantarse y marcharse lo más rápido posible, sin siquiera mirar atrás ni una sola vez.