—No le cuentes a Fanny.

—¿Qué cosa? —lo interrogó enojado—. ¿Sobre que te drogas con coca o...? —No pudo decir lo que pensó, pues tenía miedo de que fuera verdad—. Tienes sangre en la nariz y estás aquí... ¿qué pasó?

—Nada —sentenció, ya enojado por la intromisión.

—Si hiciste lo que creo que hiciste, te puedes ir a la mierda y nunca volver.

Alex salió de la habitación, molesto por la forma en que lo trató Adrián. Él sí podía recordar lo que había pasado y lo que había hecho, solo que nunca pensó que de verdad había sido capaz. Pero ya no importaba para él, pues en su mente solo podía pensar en el hecho de que por fin era suya.

Mad seguía llorando bajo la ducha y empezó a comprender aquella horrible pesadilla en la que se ahogaba en el mar, lo que ya le parecía incluso cruel por parte de su mente.

—Maddie... —llamó a la puerta Adrián, consternado por la situación—. Te traje tu mochila... Yo... eh... si quieres te espero aquí afuera o te la dejo junto a la puerta, no sé qué prefieres.

La chica por fin cerró la llave de la ducha y salió empapada de esta. Abrió con cuidado y en silencio la puerta, asomando solo su brazo para recibir la mochila, evitando que él pudiera ver el resto de su cuerpo, aunque eso bastó para que Adrián intensificara sus sospechas, tras ver que tenía marcado en su piel los agarres que le hizo la noche anterior Alex.

Mad volvió a cerrar la puerta. Buscó sus dos toallas, enrolló una en su cabeza y con la otra empezó a secar su cuerpo, con mucho dolor y angustia, a pesar de que trataba de no pensar en ello.

Adrián seguía afuera del baño, como si estuviera haciendo guardia. Para su suerte, no tuvo que pedirle a ninguno que no podía entrar, pues todos seguían durmiendo, excepto Patrick, quien estaba desde temprano tocando guitarra en la arena de la playa, ignorando por completo lo que ocurrió en la mañana.

Will se había despertado con la discusión de Alex y Adrián, pero se quedó acostado y Alex lo convenció de que siguiera durmiendo, luego de que le hiciera un par de preguntas cuando entró a la habitación.

La chica miraba su cuerpo en el pequeño espejo del baño. Alex la había lastimado, tanto para someterla como mientras la violaba. Odiaba admitir que aquello había pasado, que era un hecho, pero debía hacerse la idea, debía asumir su realidad, por más horrible que fuera.

—Maddie, por favor... ¿necesitas ayuda?

Ella reaccionó al escuchar a Adrián. Se limpió las lágrimas de la cara, con dolor al pasar su mano por su mejilla. En definitiva, necesitaba que la ayudara a sanar, pero a la vez esa era quizás su única prueba tangible en contra de Alex.

Se vistió con dificultad, pues le dolía incluso respirar. Usó otros jeans que tenía guardados y una remera ancha de Linkin Park, que había llevado porque se presentarían en la final, como invitados especiales.

Abrió la puerta y se asomó. Adrián confirmó sus sospechas al ver su rostro y cuello, pero debía asegurarse.

—Maddie, él... —dijo con dificultad—. Él te...

Mad empezó a sollozar y terminó de abrir la puerta, permitiendo entrar al chico, quien de inmediato la abrazó, para consolarla, quedando con la playera empapada por las lágrimas de ella. La chica se reincorporó y tomó papel para limpiarse, mientras él la veía, preocupado y conmocionado.

—¿Quieres que...? —Hizo una pausa—. ¿Quieres que te sane?

—Yo... no lo sé. Quizás me sirva seguir así, para demostrarlo.

Mad #PGP2023Where stories live. Discover now