Capítulo Diecinueve. Edward Redgrave

10.1K 925 14
                                    


-Yo hace mucho que perdi mi oportunidad, Helen pero tú aún estás a tiempo de recuperar tu vida.

¿Recuperar mi vida?. Mi vida sólo tenía un nombre y era Abdel Alfasi y me asustaba el hecho de que al volver a verle, no me perdonase mi huída.

¡Bravo, Helen!. ¿Por qué no te piensas las cosas antes de hacerlas?.

Quince días habían pasado desde mi mudanza a casa de David y quince días después, el recuerdo de Abdelkader seguía haciéndose presente cada noche,cuando las responsabilidades ya no eran tales y la compañía de mi amigo ya no podía evadirme de mi realidad.

Un día, mientras salía a hacer algunas compras para casa, me tropecé con Edward en la puerta del supermercado. Desde el ramo de rosas, no había vuelto a saber de él.

-¿Qué tal, Helen?.

-Muy bien, Edward. Hace tiempo que no te veo.

-He estado fuera por motivos de trabajo es por eso que no volví a contactarte. ¿Te apetece tomar un café?.

Tierra trágame....

-Verás, Edward. Últimamente estoy teniendo problemas para discernir entre amistad y amorío y estaria mal que no te avisase de que lo último no me interesa en absoluto. Puede que te resulte prepotente por mi parte pero no me gusta hacer daño a las personas.

-¡Vaya!. ¿Siempre eres tan sincera?-me sonrió-. Tan sólo me apetece tomar un café y compartir una conversación contigo, Helen. Prometo no atacarte, emborracharte o declararte mi amor eterno mediante una propuesta de matrimonio.

-Resulta atractivo entonces el plan pero nada de cafés. Tu amigo me hace preparar al menos cien cada día y estoy cogiéndole especial aversión al olor.

-¿Baileys?.

-Mejor un merlot. David me está acostumbrando al vino tinto.

-Su copa después del trabajo. Hay cosas que no cambian.

Cuando hablaba con Edward, el tiempo parecía evaporarse. Era un gran conversador y si a eso le sumábamos que compartíamos bastantes temas de interés, resultaba bastante difícil aburrirnos el uno del otro.

-¿Fuíste feliz en Marruecos?.

-¿Por què lo preguntas?.

-Pues porque te vi muy decidida defendiendo al mundo árabe delante de Chris.

-Bueno es de sentido común defender a las personas sin importar si etnia.

-Lo sé pero en tus formas había emoción, convicción incluso amor. He vivido en muchos países y defendería a cualquiera. Con sus más y sus menos, todos son preciosos pero nunca jamás sería capaz de hacerlo como tú lo hiciste.

-Fuí demasiado feliz-admití al fin-.

-¿Por qué no vuelves entonces?.

-Parece que todos estáis confabulados para deportarme de nuevo a Marruecos-reí-.

-¿Quién sabe?. Quizás sea tu destino aunque si mi egoísmo hablase, me gustaría compartir más veladas a tu lado.

-Eso no será problema si sigues sin confesarme tu más profundo afecto hacia mi persona.

-Eso está hecho. ¿Te apetecería cenar mañana conmigo?.

-¿Por qué no?.

¿Por qué no?. ¿Otra vez dejándote llevar, Helen?.

Llegué a casa un pelín mareada por el vino y con la compra hecha en el supermercado hindú de la esquina. Tanto había charlado con Edward que habían cerrado casi todas las tiendas y de volver a casa sin cena, David me mataría.

Atrapada((COMPLETA)) #1Where stories live. Discover now