-Yo hace mucho que perdi mi oportunidad, Helen pero tú aún estás a tiempo de recuperar tu vida.¿Recuperar mi vida?. Mi vida sólo tenía un nombre y era Abdel Alfasi y me asustaba el hecho de que al volver a verle, no me perdonase mi huída.
¡Bravo, Helen!. ¿Por qué no te piensas las cosas antes de hacerlas?.
Quince días habían pasado desde mi mudanza a casa de David y quince días después, el recuerdo de Abdelkader seguía haciéndose presente cada noche,cuando las responsabilidades ya no eran tales y la compañía de mi amigo ya no podía evadirme de mi realidad.
Un día, mientras salía a hacer algunas compras para casa, me tropecé con Edward en la puerta del supermercado. Desde el ramo de rosas, no había vuelto a saber de él.
-¿Qué tal, Helen?.
-Muy bien, Edward. Hace tiempo que no te veo.
-He estado fuera por motivos de trabajo es por eso que no volví a contactarte. ¿Te apetece tomar un café?.
Tierra trágame....
-Verás, Edward. Últimamente estoy teniendo problemas para discernir entre amistad y amorío y estaria mal que no te avisase de que lo último no me interesa en absoluto. Puede que te resulte prepotente por mi parte pero no me gusta hacer daño a las personas.
-¡Vaya!. ¿Siempre eres tan sincera?-me sonrió-. Tan sólo me apetece tomar un café y compartir una conversación contigo, Helen. Prometo no atacarte, emborracharte o declararte mi amor eterno mediante una propuesta de matrimonio.
-Resulta atractivo entonces el plan pero nada de cafés. Tu amigo me hace preparar al menos cien cada día y estoy cogiéndole especial aversión al olor.
-¿Baileys?.
-Mejor un merlot. David me está acostumbrando al vino tinto.
-Su copa después del trabajo. Hay cosas que no cambian.
Cuando hablaba con Edward, el tiempo parecía evaporarse. Era un gran conversador y si a eso le sumábamos que compartíamos bastantes temas de interés, resultaba bastante difícil aburrirnos el uno del otro.
-¿Fuíste feliz en Marruecos?.
-¿Por què lo preguntas?.
-Pues porque te vi muy decidida defendiendo al mundo árabe delante de Chris.
-Bueno es de sentido común defender a las personas sin importar si etnia.
-Lo sé pero en tus formas había emoción, convicción incluso amor. He vivido en muchos países y defendería a cualquiera. Con sus más y sus menos, todos son preciosos pero nunca jamás sería capaz de hacerlo como tú lo hiciste.
-Fuí demasiado feliz-admití al fin-.
-¿Por qué no vuelves entonces?.
-Parece que todos estáis confabulados para deportarme de nuevo a Marruecos-reí-.
-¿Quién sabe?. Quizás sea tu destino aunque si mi egoísmo hablase, me gustaría compartir más veladas a tu lado.
-Eso no será problema si sigues sin confesarme tu más profundo afecto hacia mi persona.
-Eso está hecho. ¿Te apetecería cenar mañana conmigo?.
-¿Por qué no?.
¿Por qué no?. ¿Otra vez dejándote llevar, Helen?.
Llegué a casa un pelín mareada por el vino y con la compra hecha en el supermercado hindú de la esquina. Tanto había charlado con Edward que habían cerrado casi todas las tiendas y de volver a casa sin cena, David me mataría.
YOU ARE READING
Atrapada((COMPLETA)) #1
RomanceHelen es una chica inglesa perdida en su vida que llega a Marruecos para encontrarse a sí misma tras muchos experimentar toda clase de disgustos en el mundo del amor. Con una carrera profesional incierta y sin muchas expectativas en lo referente a...