Capítulo Quince. No Hay Futuro

11.3K 1K 12
                                    

Estaba atrapada y sin espacio para mi maniobra de defensa maestra. Lloré asustada, atemorizada hasta que un tirón me quitó a Justin de encima.

-Lárgate sino quieres que te de la mayor paliza de tu vida.

-¿Ali?.

-¿Estás bien?.

¿Ali?. ¿Qué coño estaba pasando?.

No tengo ni la más mínima idea de porque lo hice, quizás a causa del terror, quizás a causa del agradecimiento pero me abracé a él llorando. Se tensó de inmediato, como si no estuviese acostumbrado a aquella clase de muestras de cariño aunque acabó cediendo. A disgusto o no fue algo que no supe.

-Debes estar tranquila, Helen. Ya ese hombre horrible se ha ido.

-Ese hombre horrible es mi ex prometido, Alí. Nunca ha cesado en su empeño de hacerme infeliz.

-¿Tú ex prometido?.

Se separó de mí para tomarme por los hombros y mirarme.

¿Qué buscas en mis ojos, Alí?.

-¿Qué es lo que está pasando aquí?.

Abdel. De pie ante nosotros y con cara de no muchos amigos nos juzgaba con su mirada ambarina.

-Hermano....

-No es lo que te piensas, Abdel. Han intentado sobrepasarse con Helen. Tuve la suerte de estar en el momento y el lugar exactoa para evitar una desgracia.

-¿Cómo?. ¿Qué han hecho qué?.

De dos zancadas se plantó a mi lado para abrazarme. Fue su contacto, su preocupación por mí lo que me hizo derrumbarme.

-¿Quién ha intentado hacerte daño, Helen?. Porque te juro que acabaré con él.

-Lo que tu novia necesita ahora mismo es cariño y comprensión, no venganza, hermano. Avisaré para que vengan a recogeros y os lleven de nuevo al hotel.

-¿Podrás disculparme con los invitados?.

-Algó se me ocurrirá para hacerlo. Esperad en la puerta de emergencia. Ya mañana habrá tiempo de sobra para hablar de esto.

El camino de vuelta fue silencioso aunque no separé mis manos de las de Abdel en todo el trayecto. Estar a su lado me tranquilizaba sintiéndome así protegida.

-¿Cómo te encuentras, Helen?. Lamento no haberte preguntado antes pero necesitaba templar mis nervios.

-Asimilando las cosas, Abdel. Nunca creí que Justin fuese capaz de hacer algo así. Nos tenía a todos bien engañados con su impecable y aparente buena conducta.

-¿Justin?.

-El hombre que me dejó plantada en el altar.

-Lo lamento tanto, Helen. Haberte dejado sóla es algo que no seré capaz de perdonarme nunca.

Lloraba. Sí, lo hacía y tanto que me sentí culpable de que Justin Higgins hubiese aparecido en mi camino.

-¿Sabes, morito?. Somos un par de personajes.

-¿Por qué?.

-Pues porque al final tendremos que consolarnos el uno al otro en vez de consolarme tú a mí que era la idea primitiva. Pero no te preocupes, tengo la solución ideal para este tipo de casos.

-¿Cuál?.

-Chocolate, palomitas y películas. Nada más efectivo para curar los males.

-¿Por qué eres tan especial, Helen?. Tus ojos me dicen que estás destrozada y aún así sacas fuerzas para darme ánimos.

-No es ser especial, Abdel. Es tener un profundo afecto hacía tu persona y no quiero ver como cargas con una culpa que no tienes.

Me acarició una mejilla mientras observaba mi rostro con ternura y me besó. Aún había rastro de lágrimas en su cara que limpié con el dorso de mi mano.

-Sería tan capaz de amarte que incluso me asusto de pensarlo.

-¿Doy miedo?.

-Por supuesto que no. Es el futuro que no existe el que me da miedo.

El futuro que no existe....

Por supuesto, antes de abrir mi boquita para preguntar y resolver el enigma, cambió de tema y pronto nos vimos en la cama rodeados de un montón de chocolatinas que el servicio de habitaciones nos trajo. No había duda despejada pero al menos había chocolate aunque tardé bastante tiempo en conciliar el sueño aquella noche mientras daba vueltas a mi últimamente inestable mente.

¿Qué quería decir Abdel con que no había futuro?. ¿Qué hacía Justin en la fiesta? ¿Y por qué Alí me había salvado?.

No hay futuro, no existe.

El problema es que yo no puedo imaginar una vida sin él.

¿Cómo aquel desconocido con el que acepté irme a vivir sin saber porqué había sido capaz de entrar de aquella forma en mi corazón?. ¿Enamorándome?. ¿Haciéndome renacer?. ¿Y por qué estando tan bien juntos se negaba a dejarme participar de su vida futura?. ¿Qué obstáculo habría entre nosotros?. Por más vueltas que le daba a la cabeza no era capaz de entender el porqué y algo dentro de mí me decía que no era nada bueno.

Desperté escuchando las voces de Alí y Abdel hablando en el saloncito de la suite. No quería interrumpir, ni ser cotilla, tampoco invadir su intimidad pero sin quererlo,como guiada por un ente extraño, acabé detrás de la puerta interesándome por su discusión.

-¿Por què el ex prometido de Helen estaba invitado a la fiesta, Alí?.

-Lo extraño es que no lo hubiese estado teniendo en cuenta de que se trata de Justin Higgins.

-¿Justin Higgins?. ¡Por favor, hermano, dime que no es una broma de mal gusto!.

-Créeme que yo también me quedé a cuadros cuando Helen me dijo que el arquitecto del hotel había sido novio suyo.

¿El arquitecto del hotel?. ¡Gran suerte la tuya, preciosa!.

Abdel resoplaba mientras daba vueltas por la habitación.

-No quiero que un hombre capaz de hacer daño a una mujer trabaje para nosotros, Alí.

-Tampoco me resulta placentero pero has de recordar que tenemos un contratao multimillonario con él y que a no ser que tengamos una prueba coherente contra él, tendremos que indemnizarle.

-¿Más coherente que intentar violar a Helen?.

-Sería una gran prueba sino fuese porque ella ahora es tu novia y por lo que he podido investigar, su fallida boda fue un escándalo que no poca gente conoce en la ciudad de Helen. La prensa podría tildarlo de un ataque de celos por tu parte.

-Me da igual lo que la prensa diga.

-Sé que a tí sí pero, ¿què pasa con nuestros clientes?. ¿Permitiremos que enturbien la empresa de nuestros padres?.

-No. ¿Qué es lo qué sugieres?.

-Hubiese sido más fácil si nadie la relacionase contigo, Abdel porque en este momento no se me ocurre nada rápido ni loable para despedir al idiota de Higgins. Tengo otras pruebas pero tan sólo son líneas de investigación demasiado vaporosas que requieren de tiempo.

Me separé de la puerta sin querer escuchar más porque aquello dolía y mucho. ¿Ser yo la causante de que Abdel y su hermano consiguieran mala fama?. ¿Yo la que permitiese que hablasen mal del hombre qué amaba?. No podía aceptarlo y si a ellos no se les ocurría nada qué pensar, a mí sí. Abdel no podía hacer ninguna tontería.

Y no la haría....

¿Esto es el verdadero amor?. ¿Sacrificarse por el hombre que amas?. ¿Darlo todo por él aunque ello significase tu propia desgracia?.

Atrapada((COMPLETA)) #1Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon