27. "Caos"

1.2K 112 56
                                    

Mi cerebro procesó repetidas veces la información emitida por la ojiazul frente a mí, causándome un extraño dolor.

Suponía que no era por el hecho de que el novio de Acasia fuese el mismísimo Abel Griffin, quien había estado actuando extraño el día de la celebración de mi cumpleaños, sino por el montón de información que había estado acumulándose en mi mente estos últimos días.

Lo insoportable que se estaba volviendo Joshua, el extraño comportamiento de Shawn, la conversación anterior con Ruth, el hecho de que volví a ver a Jake hace unos días.

Iba a volverme loca.

Todo esto me llevó a reaccionar, observando como Acasia arrugaba sus cejas y buscaba mi mirada, descubriendo que estaba actuando extraño.

—Oye... te noto extraña —hizo una mueca cuando volví a mirarla. Mis ojos estaban en ella, una parte de mi cabeza también lo estaba, pero otro pequeño lado seguía ocupándose de mis preocupaciones.

—Conozco a Abel, sí —respondí a su pregunta ignorando la insinuación anterior, buscando acomodar mi cabello hacia atrás —. Trabaja en el mismo piso que el señor Mendes, es decir, este piso.

—Lo sé, y... ¿Señor? —ríe —¿desde cuando haces uso de extrema cordialidad con él?

—Siempre lo he hecho —respondo de inmediato, sin querer darle vueltas al asunto de Shawn y centrarme en su relación con Abel —. ¿Desde cuando conoces a Griffin?

Pareció pensárselo durante unos segundos en los que su mirada estaba fija en el suelo, inquietándome de inmediato.

No podía ser hace tanto tiempo.

—Poco antes de que conocieras a Shawn.

—¿Qué? —me ofendí al instante —¿Y cómo es que no me lo habías contado?
Varios empleados nos miraron extrañamente en cuanto subí el tono de mi voz, causando que tomara a Acasia del brazo y me dirigiese con ella hacia uno de los pasillos cerca de la oficina de Shawn.

—Lo siento, además, no es como si nos viésemos mucho —empieza a excusarse mientras yo levanto una de mis cejas —. Siempre se excusa con que tiene montones de cosas que hacer y que el trabajo consume más de la mitad de su tiempo.

—¿Y?

—Nos conocimos en Carolina del Norte, en la fiesta de mi prima Carlotta, ¿lo recuerdas? —cuestionó en un susurro, apretando su bolso contra su cuerpo.

—Sí, exceptuando la parte en que lo conociste —dije entre dientes y rodé los ojos.

Acasia puso sus ojos en blanco imitándome. —Habíamos estado hablando, incluso cuando volví aquí, me daba igual el tema de la conexión que tuvimos en Carolina durante la fiesta por el hecho de que estaba convencida de que no lo vería en un tiempo muy largo —explicó —. Mucho antes de regresarme aquí le conté donde vivía, y hace más o menos un mes me dijo que vendría aquí por una oferta de trabajo...

—¿Oferta de trabajo? —la interrumpí sin pensarlo.

Nada parecía extraño, hasta que mencionó lo de la oferta de trabajo. Por Dios, Abel había venido aquí a ofrecer y presumir su experiencia, la empresa jamás había solicitado personal nuevo.

—Sí, la cual obviamente era esta —abrió sus brazos señalando el edificio entero —. Al principio no me emocioné porque no le creía del todo, pero cuando se apareció a saludarme en mi departamento juro que pensé que estaba soñando —sonrió cual niña enamorada —. Estaba convencida de que no lo vería de nuevo, pero luego de verlo aquí no pude evitar volver a involucrarme con él.

Impure© | Shawn MendesWhere stories live. Discover now