Impure© | Shawn Mendes

26. "Bomba de tiempo"

Isabella's POV

De pronto sentí que el calor de su cuerpo cerca del mío no era tan amigable, que en sus facciones sólo había algo que no podía descifrar muy bien y eso logró que arrugara mis cejas mientras con mis ojos buscaba los suyos.

Lo sentí distante.

-¿Qué sabes tú de eso? -cuestionó tajante, alejando sus manos de mí y enterrando sus ojos en los míos como jamás lo había hecho.

Sentí mi respiración acelerarse un poco pero traté de ocultarlo gracias a la incómoda atención que él me estaba dedicando en estos momentos.

Casi podía jurar que mi tamaño disminuyó en cuanto me miró desde su altura, y sentí un poco de molestia por su actitud.

-Creí que habías dicho que tus padres se habían ido... -dije en un tono casi inaudible, pestañando repetidas veces sintiéndome intimidada.

-Lo hicieron -respondió entredientes, casi inaudible, respirando profundamente seguramente buscando calma.

Entendía el hecho de que no quería que reiteraramos el tema de conversación de su vida pasada por lo caótica y dolorosa que fue, pero así como él no puede dejar pasar ningún dato sobre mí, yo tampoco lo haré.

Y lo que es igual no es trampa.

Así que sigilosamente coloqué una de mis manos sobre la suya, siendo yo esta vez quien buscaba su mirada, la cual apartó de inmediato, como si su molestia no tuviese remedio.

-Intento calmarme cuando estoy contigo -dice, aún sin mirarme -, pero hoy ha sido todo lo contrario.

Se apartó de mi cuerpo y rodeó el escritorio para sentarse en su lugar, tomando algunas carpetas entre sus manos y comenzándolas a clasificar. Todo eso mientras yo sentía como la impeciencia se apoderaba de mi sistema.

-Sólo intento ayudarte -me giré con una expresión de molestia absoluta, apoyando las palmas de mis manos sobre el escritorio -, siempre que me preocupo por ti sólo haces que todo empeore.

Fue como si le hubiese dado en el último punto de su paciencia, como si esta se midiera por un vaso precipitado y este haya excedido el límite de contenido.

Así era Shawn Mendes, como una pequeña bomba de tiempo.

De pronto sus ojos volvieron a observarme por debajo de sus pestañas, esta vez estos se conservaban inexpresivos y yo sólo analizaba como sus labios estaban entreabiertos, como si buscara algo que decir.

Sus ojeras se habían pronunciado, como si estuviese en el punto exacto en el que no tiene niguna salida con respecto al estrés, obstinación y cansancio.

Bajó la mirada y una de sus manos se dirigió hacia su cabello color chocolate del cual tiró hacia atrás buscando la calma, volviendo a revisar papeles.

-Dije que te necesitaba -habló sin observarme -, pero no que quería que estuvieses buscando un lugar cada vez que tenga un problema personal.

Tragué con fuerza sintiéndome ofendida al instante, pero no aparté mi vista se él.

-¿Buscando un lugar? -cuestioné, soltando una pequeña risa -¿En qué crees que estás? ¿en un programa de televisión donde el objetivo eres tú?

No obtuve respuesta, por el contrario, sólo se dedicó a ignorarme durante al menos dos minutos en los que yo sólo quería arrojar al suelo todo su trabajo perfectamente organizado.

Y justo cuando hice el primer movimiento para retirarme, su voz raspoza me detuvo.

-Te necesito, pero no para que te preocupes por mí -pronunció con firmeza -. No tienes que saberlo todo cada vez que quieras, Isabella.