CAPÍTULO 42.

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Cuando Jisung abrió la puerta, la última persona que esperaba encontrarse era Sana. Quizás alguno de sus amigos, viniendo a consolarlo, o incluso Minho tratando de pedirle perdón, pero no ella. Era quizás la última persona que quería ver, pero estaba demasiado débil como para cerrarle la puerta en la cara.

-¿Qué quieres? - preguntó sintiendo el agotamiento crecer a cada minuto. Llorar tanto estos últimos días habían drenado toda su energía.

-Esperaba que pudiéramos hablar.

-No me apetece ahora mismo.

Sana debía pensar que era patético. Con los ojos rojos y profundas ojeras seguro que le extrañaba que Jisung hubiera conseguido atrapar la atención de alguien como Minho.

-Entonces yo hablaré y tú escucharás - le dijo con un tono suave, como el que se utiliza para hablar con un enfermo -. Por favor.

Jisung simplemente suspiró y se hizo a un lado para dejar pasar a la chica.

-Vamos a mi habitación - dijo tanto para ella como para sus padres en el salón. Ambos lo miraron con sorpresa antes de asentir.

-Deja la puerta abierta - le advirtió su madre y a Jisung le pareció tan estúpida la situación que no pudo dejar escapar un bufido.

-Claro, mamá.

Sana se acomodó sobre su escritorio, increiblemente hermosa y completamente opuesta a Jisung.

-Quería hablar sobre Minho.

-Obviamente.

Sana ignoró su tono agresivo, solo había compasión en su rostro.

-Él tenía dudas que necesitaba resolver, dudas que no tenían nada que ver contigo.

Jisung hizo una mueca de dolor.

-Gracias por recordarme la poca relevancia que tengo en su vida.

Decidió abandonar su postura defensiva en favor de sentarse sobre su cama abrazando su almohada.

-No me refería a eso, Jisung. Lo que quiero decirte es que... la gente tiene problemas y a veces eso puede ponerse en el camino de una relación sana.

Jisung trató de no poner los ojos en blanco.

-Se como funcionan las parejas, gracias.

Sana le dedicó una mirada consternada. Al parecer, Jisung era incapaz de comprender a donde quería llegar la chica.

-Minho es una de las personas más problemáticas que conozco.

Jisung frunció el ceño, sintiendo la necesidad de defender al chico.

-Él es una buena persona.

Sana negó con la cabeza.

-Lo siento, ha sido una mala forma de expresarlo. Sé que Minho es bueno, lo que quería decir es que tiene demasiados problemas, y que eso es lo que se está interponiendo entre vosotros. No yo.

Jisung la miró receloso. Aun seguía sin fiarse.

-Él aun siente cosas por ti.

-No lo que tú crees.

-Él te... te besó - Jisung no pudo evitar las palabras atorándose en su garganta y el escozor en sus ojos.

Sana suspiró y solo entonces Jisung se dio cuenta de lo cansada que estaba la chica. Ella no tenía ningún motivo para estar ahí, tratando de amendar la situación. Minho debía de importarle mucho para estar en la casa de Jisung, intentando hacerle entrar en razón.

-Uno de los problemas de Minho, del cual no debería ser yo la que te hablara, siempre ha sido su sexualidad - Jisung la miró de hito en hito. Eso no tenía ningún sentido, Minho era probablemente la persona más segura de sí misma que había conocido -. Él... se forzó a salir conmigo o al menos eso es lo que creo. La primera vez que intentamos... - con eso Sana se sonrojó e hizo un gesto vago con la mano antes de continuar. Jisung no quería oír nada de eso, pero aun así esperó pacientemente a que la chica continuara -. Estaba tan claro que no me deseaba. Y por eso lo dejamos. Y sin embargo él siguió... intentándolo. Con otras chicas. Y conmigo de nuevo cuando me pidió que lo besara para aclarar sus dudas.

Se hizo el silencio. Jisung se quedó mirando los hilos que se habían soltado de la colcha de la cama, tirando de ellos para entretenerse.

-Estás diciéndome...¿Insinuas que Minho te besó con la esperanza de, no sé, volverse hetero? Porque eso es una estupidez.

Sana suspiró exhasperada.

-Mira, no sé que pensó exactamente cuando ocurrió eso. Lo que sé es que Minho sigue teniendo dudas sobre sí mismo.

Jisung decidió que su cabeza había tenido suficiente. Cerró los ojos y se frotó las sienes en un intento de asimilar toda la información que acababa de recibir.

-Él... él parece estar bien cuando está conmigo - dijo y su voz salió más temblorosa de lo que pretendía.

Mantuvo los ojos cerrados, perdiéndose como Sana se encogía de hombros.

-Quizás tú lo haces más fácil para él.

Jisung no quería llorar delante de aquella chica, de verdad que no. Enterró la cara en sus manos y poco después notó una mano pequeña en su hombro. Sana olía a perfume caro.

-No sé qué hacer - confesó sollozando.

-Deberíais hablar. Y por favor, intentad no haceros más daño. No estoy segura de que pudierais soportarlo.

*Baby you look perfect tonight* [Minsung]Where stories live. Discover now