*Baby you look perfect tonight* [Minsung]

CAPÍTULO 16.

Los chicos se fueron sin levantar sospechas y Jisung ayudaba a Minho a recoger el salón.

-Debería irme yo también.

Minho hizo un puchero.

-No quiero quedarme solo.

Vio como Jisung se sonrojaba y se sintió orgulloso de sí mismo.

-Pero es tarde. Mis padres...

-Diles que te quedas a dormir aquí.

Jisung se puso más rojo todavía.

-No creo que...

-Vamos, Jisung, voy a empezar a pensar que me odias.

-¡No! No podría odiarte - se apresuró a decir.

-Entonces decidido. Te quedas - Jisung no se resistió más. Parecía que estaba evitando sonreír -. ¿Qué te parece si nos bañamos en la piscina?

Jisung miró por la ventana. Estaba completamente oscuro.

-¿Por la noche?

Minho sonrió.

-Es cuando mejor está el agua. Venga, te dejaré un bañador.

Minho iba a ir escaleras arriba, pero Jisung le cogió del brazo. Evitaba su mirada con vergüenza.

-¿Me vas a dejar el rosa? Es que me está un poco pequeño...

-Me gusta como te queda - respondió Minho. Jisung no pudo evitar acceder.

Era extaño entrar en la habitación de Minho con él a solas. Era como si fueran a hacer cosas malas. Jisung miró a la cama y se preguntó si dormiría ahí con él. Sacó ese pensamiento de su cabeza antes de que pudiera evolucionar en algo más pervertido.

Minho le dio el bañador rosa y Jisung se metió en el baño a cambiarse aunque algo dentro de él le dijo que debería haberlo hecho delante del otro chico.

Cuando salió, Minho ya llevaba su bañador y todo su torso estaba al descubierto para que Jisung lo pudiera admirar. Quería lamer esos abdominales tan malamente...

-¿Listo? - le preguntó Minho con una sonrisa.

Jisung solo asintió. Le daba la sensación de que el bañador le estaba aun más pequeño que la última vez y tenía que ir tirando de él para abajo de vez encuando si quería cubrir sus cachetes. Minho estaba disfrutando de la vista.

-No me quiero meter de golpe - le advirtió Jisung cuando estaban en la cocina -. Ni se te ocurra tirarme.

Minho alzó una ceja.

-¿Tirarte yo? ¿Cuando he sido tan malo? - dijo mientras se acercaba al chico.

-Sé lo que significa esa mirada, Minho. Ni se te ocu...

Pero Minho ya lo estaba cogiendo en brazos y cargándolo sobre su hombro sin ningún esfuerzo. Jisung soltó un sonido que era mitad de pánico mitad de placer. Le gustaba que Minho lo agarrara como si nada. El chico solo se reía.

-¿De que te asustas?

Jisung empezó a dar golpes sobre su musculosa espalda. Minho no pudo resistirse y le dio una palmada en su delicioso trasero, agarrando con fuerza el cachete.

-¡Bájame! - se quejó Jisung con una voz más aguda de lo normal, pero no pudo evitar echarse a reír cuando Minho le hizo cosquillas.

-Seré bueno - dijo Minho con voz de rendición y bajó a Jisung. Quedaron frente a frente, justo al borde de la piscina. Minho dejó sus manos suavemente sobre las caderas de Jisung. El chico se sonrojó cuando empezó a jugar con el elástico del bañador -. Te queda demasiado bien. Mi cuerpo no puede manejarlo.

-Deberías quitármelo, entonces - dijo Jisung, sorprendiendo a Minho y sorprendiéndose a sí mismo. Pero ya no había marcha atrás. Alzando su cabeza hacia arriba, presionó sus labios brevemente sobre los de Minho. Y antes de que este pudiera procesar lo que ocurría, fue empujado al agua por Jisung.

Cuando salió a la superficie, escuchó la risa cristalina de Jisung.

-Oh, te vas a enterar. ¡Ven aquí ahora mismo!

Entre risas, Jisung echó a correr hacia la casa. Minho salió a toda prisa de la piscina y lo atrapó por la cintura. Cargando con él, saltó de vuelta al agua.

Bajo la superficie, aun seguían juntos, nadando alrededor del otro. Minho lo besó brevemente. Cuando salieron, apenas sin parar para coger coger aire, empezaron a besarse.

Los labios de Minho estaban calientes, haciendo contraste con el frío del agua. El beso sabía a cloro y a verano y no podía ser más perfecto. Minho movía sus labios lentamente y Jisung se agarraba con fuerza a su cuello, metiendo sus dedos en el pelo mojado de Minho.

No fueron a más.

Con cuidado, Minho se separó de Jisung cuando aun podía controlarse y lo miró a los ojos.

-Me gustas - le confesó.

Jisung se sonrojó y escondió su cara en el hombro de Minho.

-Tú también me gustas.