CAPÍTULO 27.

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-Esta es tu última oportunidad para echarte atrás - susurró Minho sobre sus labios antes de continuar con su beso.

Jisung asintió convencido a pesar de la vergüenza que estaba sintiendo en la posición que se encontraba. Sentado a horcajas sobre el regazo de Minho sus cuerpos y zonas más sensibles estaban en contacto.

-Estoy seguro.

Acarició la mejilla golpeada. Sus dedos se habían mantenido ahí durante el resto de horas de instituto pero ahora estaba bien.

Minho no dudó. Se lanzó a la boca de su novio como si no hubiera comido en días y Jisung lo recibió con las mismas ganas.

Las manos de Minho ni tardaron en vagar por su cuerpo, acariciando sus costados, sus caderas, su espalda. Jisung se lo permitiría todo en esos momentos. No se quejó cuando notó los dedos del otro acercarse a su trasero, es más, lo recibió con sonidos de gusto saliendo de su boca, solo para ser capturados por los labios hambrientos de Minho.

Una parte muy pequeña de Jisung aun seguía nerviosa, pero Jisung se esforzó en dejarla de lado. Le gustaba Minho y podías apostar lo que fuera a que le gustaba como agarraba su culo con fuerza y posesividad, separando sus cachetes y haciendo que gimiera alto con la lengua de Minho lamiendo el cielo de su boca.

Jisung estaba empalmado. Quizás se sentía algo avergonzado de la rapidez en la que se había excitado, pero se le pasó cuando Minho empezó a atacar su cuello.

El menor lo agarraba por la nuca, atrayéndolo más a su sensible piel. Jisung llevó las manos al pecho de Minho y lo separó levemente para aclarar sus pensamientos.

-¿Vas a parar ahora? - le preguntó Minho con voz agitada y el brillo del reto en sus ojos. Sus manos apretaron con más fuerza sus cachetes, dejando claro que no quería dejarlo marchar.

-¿Puedo... probar algo? - preguntó Jisung con algo de miedo.

-Puedes hacer lo que quieras conmigo, bebé.

Jisung tomó aire y se recolocó sobre el chico. Sus piernas quedaron a ambos lados de uno de los poderosos muslos de Minho. Podía sentir fuertes músculos bajo su entrepierna.
Empezó un lento movimiento de caderas, frotándose sobre el muslo del chico. Cada roce le causaba un poderosos placer. Se mordió el labio para no hacer ningún ruido embarazoso y se agarró como pudo a lo que tenía más cerca, que resultó ser la camiseta de Minho. No podía encontrar la mirada del chico así que se centró en la visión de sus caderas aumentando la velocidad conforme crecía su deseperación. Se perdió como los ojos de Minho se llenaban de un hambre insaciable y una lujuria que habría asustado a cualquiera.
Minho resistió la tentación de agarrar sus caderas y guíar sus movimientos, de tomar una de las manos de Jisung y meterla dentro de sus pantalones para que le diera atención a su desesperado miembro, tan duro como el de Jisung. Resistió miles de tentaciones. Incluso cuando Jisung empezó a gemir como un animal herido, se mantuvo quieto y observó, ignorando ese impulso que le pedía ponerlo a cuatro patas sobre el sofá y partirlo en dos.

Llevó su mano al pelo del deseperado chico montando su muslo y tiró hacia atrás. Jisung tragó un gemido y Minho vio su nuez bajar. Minho quería morderla, quería probar cada parte del cuerpo de Jisung. Pero la vista era demasiado buena. Sabía que lo único en lo que podría pensar ahora sería la imagen de Jisung restregándose como una prostituta.

-Ahhh~... ¡ngnnh..! - eso parecía ser todo lo que Jisung podía decir mientras se acercaba a su límite.

Había empezado a arañar cualquier superficie que encontraba, clavando las uñas en el sofá, en la cadera de Minho, en sus hombros o su pecho. Sus caderas no frenaban ni perdían velocidad.

-Mírate, todo deseperado - murmuró Minho, en trance por la bella visión que era Jisung -. Frotándote como una puta - alzó su muslo para añadir más presión sobre el miembro de Jisung y tiró con más fuerza de su pelo. Los ojos del chico se empezaron a llenar de lágrimas y sus gemidos habían pasado a gritos de placer -. Me has vuelto loco estos días, alejándome cuando esto era lo que querías hacer. ¿Has pensado mucho en esto? ¿Nos has imaginado así antes? - Minho sonrió y se acercó a Jisung para lamer su clavícula. El chico ya estaba lloriqueando -. Yo sí. He pensado en ti en cada posición, en cada lugar de esta casa - Minho agarró de nuevo sus cachetes, haciendo que Jisung trastabillara y dejara caer su cuerpo sobre el de Minho -. Pienso follarte largo y duro en cuanto pueda, ¿me has oído?

Jisung jadeaba en su oído y no dio más respuesta que un gemido roto y el detenimiento repentino de sus caderas. Se estaba corriendo en sus pantalones. Empezó un lento roce contra Minho para acompañar a su orgasmo.

Se desplomó por completo sobre su novio, por fin satisfecho.

Minho besó su mejilla sintiendo a Jisung quedarse dormido.

Su erección seguía pidiendo atención, pero lo más importante en esos momentos era el chico entre sus brazos.

*Baby you look perfect tonight* [Minsung]Where stories live. Discover now