*Baby you look perfect tonight* [Minsung]

CAPÍTULO 17.

Durmieron juntos en la cama de Minho, pero a parte de unos besos perezosos, no hicieron nada más. No querían acelerar las cosas.

Minho sentía que su corazón iba a estallar de felicidad al ver a Jisung descansando sobre su pecho. Ojalá pudieran quedarse así siempre.

Por desgracía, al día siguiente tenían instituto, y tenían que levantarse temprano. Minho le dejó su ropa a Jisung, y sintió unas ganas terribles de tirarlo sobre su cama y devorarlo ahí mismo cuando lo vio en su sudadera favorita.

De camino al instituto, Minho agarró su mano y vio como las mejillas de Jisung se volvían de un color rojo.

-Minho... ¿puedo preguntarte una cosa?

-Claro, bebé.

Jisung aun no encontraba su mirada.

-¿Estamos... Estamos saliendo?

Minho sonrió.

-Si tu quieres, sí.

-Pero... no me lo has pedido.

-Tienes razón - dijo Minho tomando a Jisung por la barbilla para que lo mirara a los ojos -. ¿Quieres ser mi novio?

Jisung tardó un poco en responder de tan nervioso que estaba.

-S-sí - tartamudeó.

Minho lo besó ahí mismo, en mitad de la calle. Entrando en pánico, Jisung miró a su alrededor y solo se calmó un poco al ver que estaba desierta. Minho lo miró divertido.

-¿No quieres que te bese?

-No... Bueno, sí, pero en público...

-Quiero que todo el mundo sepa que estás conmigo - un suave gruñido dejó la garganta de Minho -. No quiero que nadie piense que puede tenerte.

A Jisung se le escapó algo muy parecido a un gemido y Minho no pudo evitar besarlo de nuevo, esta vez con más fuerza. Fue Jisung el que se separó.

-¡Vamos a llegar tarde a clase! - le regañó -. No lo hagas más.

Minho fingió un puchero.

-¿Nunca?

Jisung se sonrojó.

-Hasta que lleguemos.

Y eso hizo Minho. Cuando llegaron al instituto, lo primero que hizo fue plantarle un beso a Jisung en la boca justo en medio del pasillo. Hubo un jadeo general de todos los estudiantes que los vieron.

Jisung se separó avergonzado antes de que Minho pudiera profundizar el beso.

-Vamos a clase, bebé - dijo Minho y le dio otra palmadita en un cachete -. Y ya deja de mirarme así - le susurró con su mano aún sobre su trasero -. Haces que piense en hacerte cosas malas.