XXVIII.

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Estruendos de relámpagos inundan el castillo. Me he tenido que esconder para evitar que Cris me lastime. He salido sin avisarle que iría a arrasar con un pequeño grupo de soldados que se reunían para tratar de aniquilarme. Así que si, es más probable que muera en estos momentos que en un campo de batalla. Suspiro de alivio cuando los relámpagos ya se escuchan más lejanos. Cierro los ojos y me apoyo en la pared del sótano. Era el más seguro hasta el momento y en el cual Cris nunca creía que regresaría después de tanto dolor. Miro las paredes con manchas de sangre, me levanto, me acerco a ella. Sé que es mi sangre porque soy la única que conoce de este lugar por como es y lo que ha pasado dentro. Hay marcas de rasguños en la silla en una esquina, suspiro.

Recuerdos fugaces de cada una de las torturas inundan mi memoria. Mis músculos se tensan al recordar el dolor. Mi pulso se acelera permitiendo a mi cuerpo soltar el fuego quien no tarda en rodearme y agradecerme por su libertad. Me acerco la silla, veo mi sangre seca por todos lados y el fuego incrementa consumiendo el material de la silla. Cierro los ojos y trato de reprimir esos recuerdos pensando en los buenos y felices momentos que he tenido a lo largo de mi vida. El fuego cesa pero el dolor no, suspiro, la puerta se abre de golpe haciendo que me sobresalte y el fuego vuelva a salir.

-¿Mami?- la voz de Luna me relaja, el fuego cesa y la observo sosteniendo la puerta en el umbral.- ¿Porque lloras?- se acerca corriendo a abrazarme, la cargo.

-Mami está bien, solo que esté es un lugar donde hicieron sufrir mucho a tu mami y le duele estar aquí.- Me mira muy atenta.

-Si aquí te hicieron sufrir... ¿porque estás aquí?- sonrío.

-A mami no le gusta que tu otra mami se enoje, no sé cómo llegue aquí, solo sé que probablemente estés hablando con tu hermano y Cris ya viene en camino.- la puerta vuelve a abrirse.- ¿Ves? Mami siempre sabe que es lo que pasa a su alrededor y que harán.- la bajo, beso su frente y miro a Cris.- Estas en todo tu derecho de enojarte conmigo.- suspiro, ella mira toda la habitación.

-Por los dioses, Brooke, ¿qué son esas manchas rojizas en todos lados? No me digas que...- me mira asustada.

-Sí, bienvenida al sótano, lugar donde me convirtieron en un arma y derrame más sangre que lágrimas.- se acerca, me encojo y cierro los ojos esperando un golpe pero en cambio me abraza.

-Lo siento, Boo... No quería que terminaras aquí...- la envuelvo en mis brazos, junta nuestros labios para después analizar mi rostro.- Lo lamento, no quería enojarme pero sabes que odio no saber dónde estás.- beso la punta de su nariz.

-Lo sé, solo que sabía que te negarías cuando te dijera que los mataría, estaban conspirando contra nuestra familia, mi reina, iban a matarlos, me iban a dejar sin nadie para después morir de soledad y dolor por no tenerlos conmigo, probablemente ellos tomarían la corona y gobernarían para llevar a la nación a la desgracia, una reina no permitiría eso.- sonríe.

-Y esta es la chica de quien me enamore y sigo enamorada.- junta nuestros labios de nuevo, apoya su cabeza en mi hombro.- Salgamos de aquí, no sé, escabullémonos un día fuera del castillo con los gemelos y tengamos un día familiar.- sonrío.

-Me parece una grandiosa idea, ve a cambiarlos, salgan al patio y aléjense de los jardines, los encontraré allá con el auto.- asiente, chasqueo los dedos y mi ropa se vuelve negra como me gusta.

-Está bien, te amo.- sonrío, me suelta pero la agarro, la jalo hacia mí, la beso y la suelto, sonríe.- Ya sabía yo que harías eso.- vuelve a darme un corto beso.

-Mami, ya sé que se quieren pero quiero hacer del baño.- Cris se gira a ver a Julián quien se retuerce tratando de contener las ganas, lo carga y sale rápidamente del cuarto seguida de Luna.

Un amor a lo prohibido [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora