I.

65 4 0
                                    

Entrenar. Entrenar. Entrenar. Esa es mi rutina mañanera. No es aburrida cuando eres la hija de Satán, alias Hades. Digamos que soy su mano derecha, su comandante de más confianza, su hija preferida, tengo un ejército que responde solo a mi mando, podría rebelarme contra mi padre si así quisiera y ellos me apoyarían en lo que decidiera. Pero no gracias, estoy conforme con mi padre y mi lugar. Después de entrenar por 3 horas, salgo de mi gimnasio personal, entro a mi baño y me doy una ducha rápida, me pongo unos pantalones negros rasgados por las rodillas, una camiseta de mi banda favorita, Metallica, y mis botas militares negras, salgo mientras me seco el pelo con magia. Agarro mi chaqueta junto a mi cinturón de armas, me pongo el cinturón de armas al igual que mi chaqueta, bajo las escaleras hacia los dormitorios normales de mi instituto. Si, vivo en un instituto porque mi padre es un desastre en las mañanas y no me apatece que descargue su furia en mí.

-¡Brooke!- escucho el llamado de mi mejor amiga, me detengo y ella me abraza.- Hasta que bajas, hay una chica nueva y el director mando a llamarte a la oficina.- gruño.- Te llevaré a cazar si no lo destrozas hoy.- sonrío.- Esa es mi chica, anda, ve.- asiento.

Sí, mi nombre es Brooke, Brooke Hemsworth. Tengo 16 años, soy alta, pelo castaño, ojos azules verdosos, amo el negro y leer. No daré más información, odio las presentaciones. Llego a la puerta del director y doy dos golpes ligeros, escucho un pase y entro, mis ojos se ven capturados por la presencia de una chica en la oficina del director. Ella me mira y sonríe, mi mundo se detiene al verla. Sus ojos de chocolate me cautivan y me hacen ver el universo. Parpadeo y reacciono, cierro la puerta, me recargo en la puerta y me cruzo de brazos, veo al director quien me mira tratando de descifrar mi siguiente movimiento.

-Señorita Hemsworth, ella es una integrante nueva del instituto, fue seleccionada para ser su tutora y enseñarle el lugar, su habitación está en el segundo piso, séptima puerta a la derecha.- asiento, mira a la chica nueva.- Señorita Mayers, puede acompañar a la señorita Hemsworth fuera de la oficina.- Me nuevo hacia un lado y le abro la puerta, se levanta, sale de la oficina no sin antes regalarme una sonrisa, miro al director.

-Espero que me de comida más rica por hacer esto.- murmuro con una voz grave, salgo dando un portazo.- Iremos a tu habitación, te instalas y pasaré a dejarte en la cafetería, puedes pedirle a una chica que te de el recorrido, no tengo tiempo para esas cosas absurdas.- empiezo a caminar, ella me sigue en silencio, llegamos al pasillo principal y todas nos observan.- ¿Que miran mocosas?- todas vuelven a lo que estaban, incluso unas salen corriendo, sonrío burlonamente.

-No deberías ser brusca con ellas.- escucho su suave voz, me detengo y la observo.

-No me das órdenes.- suelto sin ninguna pizca de brusquedad.

-Hey, Brooke, no seas agresiva.- escucho a mi mejor amiga.- Hola, soy Thalía, mejor amiga de la chica que es brusca con todos menos conmigo y si tengo suerte, contigo tampoco lo será.- miro a mi mejor amiga amenazadoramente.- Eso no funciona conmigo.- gruño.

-Hola Thalía, soy Cristina, es un placer conocerte, verás, tú amiga está enojada y gracias por llegar a tiempo.- sonríe, me cruzo de brazos.

-No está enojada, actúa así por protección.- le susurra, ambas me miran, ruedo los ojos y emprendo mi caminata hacia los dormitorios.

-Oh, bueno, me alegro de ello pero yo no la voy a lastimar o insultar...- estoy empezando a irritarme.

-Deja de hablar de mi Thalía que voy a golpearte.- se ríe y me rodea con un abrazo.

-Ambas sabemos que no lo harás porque yo te consigo comida.- sonrío.

-Tienes razón.- Llegamos al dormitorio de Cristina.- Y está es tu habitación, apúrate que mi desayuno me espera.- asiente y entra a su habitación.

Un amor a lo prohibido [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora