Un amor a lo prohibido [Terminada]

XVII.

Nuestro aniversario fue una cena en nuestro restaurante favorito. Yo le regalé la cena, un ramo de flores e ir al instituto y desayunar con sus amigas como cuando estaba en el aún. Y ya sabrán que me regalo, una noche de pasión bien intensa. Después me dijo que tenía otra sorpresa en la mañana y aquí estamos, en un consultorio. Sabrán los dioses para que pero no estoy para nada cómoda dentro de uno de nuevo. Lo que si no se es que no me dejo leer el letrero de la especialidad de este doctor, me estoy impacientando. Miro a Cris ella me sonríe al mismo tiempo que entra el doctor seguido de nuestras amigas. Las miro confundida, ellas también me miran confundidas pero se acercan. 

-Sea lo que estes planeando... No me está gustando tu "sorpresa", mujer.- le reclamo a Cris, pone una mano en mi rodilla.

-Lamentó la tardanza pero aquí están sus resultados, señorita Mayers.- le da un sobre a ella, me cruzo de brazos, lo abre y lee el papel en silencio, sonríe y vuelve a guardar el papel en el sobre para después dármelo, la miro.

-No me gustan las sorpresas que tardan mucho.- le comento, se ríe, abro el mentado sobre y saco el papel, leo el titulo y la prueba que se realizó.

Embarazo. Dejo de leer y me cubro la cara con la mano libre. Me toma unos segundos volver a continuar leyendo el papel, me salto todo el proceso y llego hasta la zona donde dice que el proceso fue exitoso. Me levanto de la silla de golpe lanzando la hoja, me tropiezo con una de las chicas y Anabeth me agarra. Miro a Cris sorprendida. Ella se levanta y sonríe con los ojos llorosos. Es tanta la sorpresa y la felicidad que no puedo ni reaccionar, las chicas agarran el papel que aventé y lo leen en silencio.

-¿No es una broma?- le pregunto a mi novia, niega, la abrazo rápidamente.- Por los dioses... Te amo como no tienes idea, esta es la mejor sorpresa de mi vida.- me separo de ella, me agacho y beso su estómago.- Serán mi mayor deseo.- me enderezo y tomo entre mis manos su rostro para unir nuestros labios en un suave beso.

-¡Por los dioses!- Chillan nuestras amigas, nos separamos, ella se gira para verlas y yo rodeo su cintura con mis brazos, coloca sus manos sobre las mías, beso su mejilla.

-Ay, yo quiero ser la madrina.- propone Ana.

-No, seré yo.- comenta Anabeth.

-Que yo.- la Mira desafiante.

-Chicas, son gemelos.- la suelto y siento como mi cuerpo se estrella contra el piso y me pierdo en la oscuridad.

-¿Amor?- abro los ojos minutos después.- Gracias a los dioses que estás bien.- Me abraza.

-¿Que paso?- me tocó la cabeza y me quejo.- Ay...

-Te desmayaste después de escuchar que eran gemelos.- sonríe.

-Ay... Lo siento, no pude con tanta emoción.- me disculpo.

-Tranquila, July también se desmayó por la noticia, estaba entrando cuando dije lo de los gemelos y se desmayó como tú.- se ríe, me besa y me ayuda a levantarme. 

-¿Segura que se encuentra bien, señorita...?- Me pregunta el doctor.

-Hemsworth.- asiente.- Y si, estoy bien, ya sabe, me emocione.- miro a Cris.- Yo... Sigo sin creerlo pero haré lo posible para que no les falte nada a nuestros hijos y a ti, por supuesto.- Me besa.

-Tengo sueño, ¿podemos ir a casa?- Me pregunta, asiento.

Le agradezco al doctor y a las chicas para después salir del consultorio con nuestras manos entrelazadas, salimos del edificio y caminamos hacia el auto. Le quito la alarma para después abrirle la puerta a mi prometida. Cierro la puerta con cuidado, le doy la vuelta al auto, me subo al asiento del piloto, lo enciendo y arranco hacia la calle principal, Cris busca mi mano y agarra mi mano mientras entrelaza nuestros dedos. Bajo la velocidad al ver como cambia el semáforo a rojo hasta frenar por completo.