XXII.

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¡Por fin le dan de alta a mi novia y a nuestros hijos! De haber sabido que tardaríamos más en el hospital por que no podían sacarles muestras de sangre a los niños les hubiera hecho el trabajo yo misma. Cuando llegamos a casa, puedo ver a mis hermanos y a Zeus en la entrada. Nos bajamos, abrimos las puertas de atrás y cargamos a los bebés. Caminamos hacia ellos. Nos miran felices y se acercan, le doy a Stefan a mi hijo. Lo carga. Abro la puerta para que entren, regreso al carro y bajo las cosas (pañaleras, biberones, juguetes, etc). Entro a la casa y dejo todo eso en la mesa, me desplomó al lado de Cris quien se ríe. 

-Entonces, ¿quien será la que les cambie los pañales?- pregunta mi suegro.

-Cris, ella está dispuesta.- sonríe, me da un codazo.- ¿Que?- la miro.

-Como eres una desgraciada, vas a ayudarme.- me regaña.

-Te ayudaré a que no lloren, a que se duerman, a que jueguen, los bañaré y los cambiaré con la condición de que tú les cambies el pañal.- Mís hermanos se ríen.

-Te va a hacer todo el trabajo, solo tienes que darles pecho y cambiarles el pañal, cuñada.- le explica Livvy.

-Oh, Hmm, esta bien, así si me gusta.- suspiro de alivio, no se cambiar pañales y estoy segura de fallaré en esa tarea.

Tocan la puerta. Refunfuño. Evan se levanta a abrir y se paraliza. Puedo sentir como se ha paralizado. Cosa de gemelos. Me levanto, me acerco a la puerta. Veo un rostro familiar. Me paralizo al ver a Jules. Sonríe y nos saluda, empujo a Evan, me lanzo a sus brazos mientras me disculpo miles de veces por lo que paso. Me abraza, acaricia mi cabeza mientras deja que me desahogue. 

-¿Brooke? ¿Quien es?- me gritan desde la sala.

-Entra, te llevarás una sorpresa y ellos también se llevarán una sorpresa al verte.- asiente.

-Gracias hermanita, luego hablaremos.- asiento, entramos, todos se sorprenden, rápidamente le quito a Stefan a Julián, me siento al lado de Cris.

-¡Jules!- exclaman mis hermanas, corren a abrazarlo.

-Hola, si, estoy bien, que bueno que ustedes también lo están, los extrañe mucho pero no debieron dejar que Damon me reviviera...- miro a Stefan.

-La pulsera...- suelta, la saca, le pide la mano a Jules y se disculpa por lo que hará, con fuego le abre un poco la mano, baña la pulsera en su sangre y sale corriendo de la casa.

-¿Eh? ¿Que fue eso?- pregunta Evan.

-Le pondrá la pulsera a Damon para que no pueda usar magia en el transcurso de lo que vive Jules.- explico.- Es por nuestra seguridad, era el trato que hicimos Stefan y yo con el para que pudiera regresar a Jules con vida.- me miran.

-Niños genios, son unos malditos genios.- escuchamos a Zeus.

-Eh... ¿Gracias?- respondo, siento la mano de Cris en mi rodilla, me mira.

-¿Porque no me lo dijiste?- suspiro.

-Fue el día que te dije que Damon había enloquecido... Te lo expliqué.- asiente.

-Tienes razón, lo había olvidado.- apoya su cabeza en mi hombro.

-Em... ¿de quienes son los bebés?- pregunta Jules.

-De tu hermana y de tu cuñada.- le responde Livvy.

-¡Por los dioses! ¿Son gemelos?- asiento.- ¿Puedo...?- Me levanto, le doy a Julián y lo sostiene.- Se parece mucho a ti...- sus ojos se cristalizan.

-Se llama Julián... Como su tío.- me mira y sonríe.

-¿Como se llama?- escucho a Aline preguntarle a Cris.

Un amor a lo prohibido [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora