IX

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Mis clases ya habían terminado. Me despedí de mis amigos; Jimin y Jungkook e inicié el camino a la florería. Una vez al inicio de la calle, noté a lo lejos a alguien en la entrada de la florería. Conforme fui acercándome supe que se trata de Seol. Era Seol frotando sus ojos un poco rojos mientras lágrimas caían de sus mejillas. No quise gritar desde lejos y preguntarle qué es lo que pasaba. Corrí a prisa hasta llegar a su lado.

— Seol...

La miré.

— ¿Qué sucedió? — la tomé de los hombros a lo que ella levantó la mirada asustada mientras limpiaba sus lágrimas con las mangas de su lindo suéter gris. La revise de pies a cabeza cerciorándome de que no haya sufrido algo.

— Tae. — chilló.

— Seol... — repetí.

— Estaba aquí esperándote. — comenzó a hablar entre ligeras pausas debido al llanto. — Y...y, y, estaba en mi celular.

— ¿T-te robaron? — pregunté alarmado.

Negó con la cabeza y posteriormente la agachó.

— Recibí una llamada. — frotó sus ojos con ambas manos. — Era mi mamá, y dijo que él y mí papá habían decidido divorciarse. — no contuvo y comenzó a llorar más que antes. Alzó la cabeza mirándome. — No sé qué voy a hacer Taehyung. ¿Por qué ahora? ¿Por qué ellos?

Se zafó del agarre que tenía en sus hombros para rodear mi espalda baja con sus brazos y comenzar a llorar sobre mi pecho. Pensé por un momento como responder. Y respondí cubriéndola ahora con mis brazos. No sabía qué decir, sólo quería que no se sintiera sola.

— No quiero que lo hagan. — chilló de nuevo contra mi pecho. — No creí que en serio lo harían. Creí que se olvidarían de eso.

No decidí preguntar por el tema y crear mis propias suposiciones por lo que había dicho. Y por lo que veo esto ya es algo que sus padres tenían en mente hace tiempo.

Acaricié su cabello y su espalda al mismo tiempo. Me dolía verla así. No es algo que quiera volver a presenciar si tengo a Seol a mi lado.

Detuvo un instante su llanto, levantó su cabeza y me miró. Bajé mi mirada a ella y habló:

— ¿No crees que es estúpido llorar por eso a la edad que tengo?

Sus ojos se encontraban rojos y algo inflamados, la punta de su nariz también estaba roja y sus mejillas eran de un tono rosa claro. Su respiración se cortaba por momentos debido a que trataba de mantener su llanto.

— No creo que sea estúpido. — respondí.

Pegó su rostro a mi pecho de nuevo, apretando sus brazos a mí ahora con más fuerza.

— Estaré aquí, ¿de acuerdo? — dije. — Estaré contigo, en lo que sea que necesites, quiero que sepas que puedes contar conmigo ahora y siempre.

Su llanto había cesado.

— Te quiero, Taehyung. — dijo contra mi pecho.

No Seol, no digas algo así justo en esta situación. Quiero saltar de alegría pero no es el momento adecuado. Suspiré.

— Yo también te quiero, Seol. — acaricié su cabello por última vez.

Ella comenzó a separarse de mí sin dejar de mirarme.

— ¿Nos vamos? — invité a lo que ella asintió colocándose a mi izquierda.

— ¿T-te molesta si te tomo de la mano? — preguntó dudosa.

Just Her | KTH Where stories live. Discover now