El lugar ya había abierto en el transcurso del día por lo que ahora pasábamos por simples clientes comunes y corrientes entre todos los otros que si lo eran realmente.— ¿Alguna vez te has besado con alguien sin ser novios? — era su turno de preguntarme.
— Uhm. — miré al techo, recargando mi barbilla en la palma de mi mano derecha mientras buscaba la respuesta. — Tal vez.
Seol cubrió su rostro emocionada ante mi respuesta a lo que reí por su gesto, se veía tan tierna.
— ¿Cómo fue? — preguntó ansiosa.
— Fue...en una fiesta, había sido un reto y no tenía nada más que hacer más que cumplirlo. — volvió a chillar emocionada. — ¿Y tú? — le di un trago a la botella de soju.
— No...creo que si. — rió cubriendo su boca. — No recuerdo.
— ¿Cómo lo vas a olvidar? — pregunté un poco decepcionado.
— No es que me vaya besando con todo mundo porque si. — defendió.
— Bien, bien, bien, cambiaré de pregunta. — un sorbo más. — ¿Cuál ha sido el lugar más extraño dónde has dado un beso?
Rió al escuchar mi pregunta. — ¿Extraño? — afirmó. Asentí. — Creo que...en un baño. — contestó después de acabarse su segunda botella de soju.
Me refería a alguna parte del cuerpo...pero lo dejaré pasar.
Mi celular vibró en el bolsillo de mi pantalón, lo saqué, leí el número y respondí.
— ¿Si?
— Joven Tae.
Diablos era Jina. ¿Qué hora es? Miré la hora por el celular unos segundos y leí 11:53 de la mañana. Maldita sea.
— Si, si, lo siento, sigue en pie. — respondí antes de que ella sacara el tema. — En unos minutos estoy allá.
Colgué sin esperar respuesta y miré a Seol que se notaba algo confundida.
— ¿Todo bien? — preguntó.
— ¿Quieres acompañarme a ver un departamento?
— Eh...si, si claro, ¿por qué no? ¿Cuándo?
— En siete minutos. — respondo sacando mi cartera de un bolsillo de mi pantalón, la abro, tomo unos billetes y los dejo en la mesa.
— No. — Seol los recoge. — Te dije que me vengaría.
Siendo honestos no tenía tiempo para discutir sobre eso, así que dejé a Seol salirse con la suya. Salimos del restaurante y quedamos unos segundos en el marco de la entrada.
— ¿Qué calle dices?
— Ingsan.
— Perfecto a tres calles de aquí. — contestó. — Te sigo.
Comencé caminando con un poco de prisa y sin querer fui dejando a Seol atrás.
— Tae vas muy rápido. — pidió. — Espera un poco.
Giré a mis espaldas y vi a una Seol tratando de recuperar el aire. No tengo tiempo para esto, debo estar ahí en menos de dos minutos. Fui caminando hasta ella y hablé.
— Es sólo porque necesito ser puntual, eh. — advertí antes de ponerme de espaldas frente a ella y doblar un poco mis rodillas. — Sube. — pedí.
Ella rió cuando creí que se quejaría y subió a mi espalda. La subí un poco más para evitar que más adelante fuera a resbalar y comencé a caminar. A decir verdad no pesaba como creí que lo haría.
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Just Her | KTH
Fanfiction- Una flor, para otra flor. - Eso es tan cliché. - Pero te gusta. - Me gustas tú.