Llegaste tú 2 || Gemeliers

Capítulo 66.

Ladeo la cabeza para mirar a quien es mi novio, que sonríe burlón ante la situación.

Sara: estás muy callado -meto una de mis manos en el bolsillo de su sudadera

Me mira y pasa su brazo por mis hombros, acercándome a él.

Dani: quería que contaras hasta 3 -dice antes de besarme- ¿te digo todas las cosas que pueden salirte bien hoy? -propone

Asiento mientras una sonrisa se forma en mi boca.

Dani: puede que el bus no se haya ido -comienza haciéndome poner los ojos en blanco- puede que te falte algún profesor, puede que no corrijan los deberes que no has hecho, puede que todavía no pongan fechas de exámenes, puede que la cafetería esté vacía por ser lunes...

Sara: vale -lo interrumpo asumiendo la derrota- tienes razón, soy una dramática -bufo

Suelta una leve carcajada y deja repetidos besos en mi mejilla.

Dani: pero te quiero, que no se te olvide

. . .

Segunda hora.

Entra en clase la profesora de Lengua y me siento en mi respectivo sitio junto a mi mejor amiga.

Que pase lista, por favor, que pase lista.

Y mis deseos se hacen realidad.

Pongo mis 5 sentidos sobre la voz de Marina, que empieza a nombrarnos uno a uno.

Marina: ¿Mónica Bravo?

Trago saliva al confirmar que aquella chica nueva de quinta fila se llama Mónica.

Me giro para observarla, y ella levanta la mano sonriente afirmándole su presencia a la profesora.

Marina: ¡Mónica! -exclama alegre- ¿cuándo has vuelto? -se levanta dirigiéndose a su mesa

Mi corazón se dispara y comienzo a ponerme nerviosa.

Sara: Ana -capto su atención ante el barullo que se ha formado

Ana: que se lleve hablando con ella toda la hora, por favor -suplica apoyando su cabeza en la mesa

Pero la levanta rápidamente, supongo que al ver mi cara.

Ana: ¿qué pasa? -frunce el ceño

Sara: ¿te suena algo de que hace un par de años Dani saliera con una tal Mónica? -formulo sin pensar

Ana: sí, que la subnormal le puso los... -abre los ojos como platos al caer en la cuenta de lo que puedo estar pensando

Se gira para mirarla y vuelve a posar su vista sobre mí.

Ana: tía, creo que es ella -sentencia

Y me llevo una mano a la frente, supongo que con una impresionante cara de preocupación.

Resoplo.