-Ya, es que me encanta verte dormir y besarte.- sonríe.- Me callo.- guardo silencio, subo las escaleras y puedo escuchar su respiración tranquila, ya se quedó dormida.

Camino hacia el departamento, abro la puerta con magia, entro y cierro la puerta con el pie mientras procuro que no se escuche tanto, Bucky llega corriendo y nos recibe moviendo su cola de un lado a otro muy feliz, sonrío. Camino hacia el dormitorio, el me sigue sin pensarlo dos veces, empujo la puerta del dormitorio, me quito los tennis, me acuesto con Cris encima de mí y Bucky salta, se acuesta al lado de mí, Cris se mueve un poco, agarro la cobija y nos cubro, Cris se mueve y apoya su cabeza en mi pecho. Mi corazón se acelera. Cierro los ojos, levanta su cabeza y se acerca a mi cuello, deposita un beso, entreabro los labios, abro los ojos. Ella me mira con una sonrisa pícara, sonrío, se inclina y besa mis labios, llevo mis manos a su cintura, empieza a descender y sigue dejando un camino de besos, cierro los ojos por tantas emociones.

-Cris... Están mis hermanos... Hoy se van, deja que se vayan y hacemos lo que quieras.- logró pronunciar con la voz ronca.

-Más te vale.- sonrío.

-Soy capaz de hacerlo aquí, nena pero mis hermanos nos molestarán el resto de nuestras vidas y no querría que le contaran a nadie más, ni a nuestros hijos, si nos llegamos a casar y eso.- sonríe, me besa, se acuesta de nuevo.

-¿Y qué? Así todos saben que eres mi novia.- la abrazo, beso su frente.

-Ya duérmete nena.- cierro los ojos, me duermo sin pensar.

Me despierto por Bucky que me lambe la cara, abro los ojos, lo acaricio, me doy cuenta de que no está Cris, me levanto, cargo a Bucky, salgo del dormitorio, mis hermanos no están. Unas manos cubren mis ojos, sonrío.

-Buenos días, nena.- escucho su risa, destapa mis ojos, la miro de reojo, besa mi mejilla.

-Buenos días, amor, tus hermanos se fueron hace rato, dicen que fue una emergencia.- asiento.

-¿Qué quieres desayunar?- le pregunto mientras bajo a Bucky.

-A ti.- Me río, la miro, agarro su rostro y la beso.

-De comida nena, ya sé que me quieres comer pero tu estómago necesita otro tipo de comida y mi cuerpo no está en ese tipo de comida.- sonríe de lado.

-Te quiero a ti.- niego, camino hacia la cocina, me lavo las manos.

-Después de desayunar pues.- abro el refrigerador, saco la leche.- Desayunaré cereal, no sé tú.

-A ti, ya te dije.- Me río, la miro.

-No te cansarás hasta que lo obtengas, ¿verdad?- sonríe y niega, dejo la leche en el refrigerador de nuevo, me giro, agarra mi chaqueta y me jala para besarme.

Llevo mis manos a su cintura, brinca y enrolla sus piernas en mi cintura, camino hacia el dormitorio, empujo la puerta y no dejo entrar a Bucky, la deposito en la cama con cuidado, me quito la chaqueta. Ella se levanta y me tumba a la cama, se coloca encima de mi cintura, empieza a besar mi cuello, muerde mi cuello. Me río. Empieza a dejar marcas. Acaricio su cintura por debajo de su camisa.

-Te amo.- susurra contra mi piel.

-Yo más.- mueve su cuerpo de manera sexy sobre mi cintura, se me sale un gemido involuntario para después escuchar el teléfono de la casa.

-Maldito celular.- se levanta y sale del dormitorio enojada, me río, regresa con el auricular en su oído.- Si, ya se despertó.- la escucho, se acuesta a mi lado.- No.- quien sabe con quién habla, la abrazo, beso su cuello, cierra los ojos.- Jen... Estoy ocupada, no creo salir hoy.- cuelga y acaricia mi cabello mientras continúo besando su cuello.- Brooke...- la agarro y la siento encima de mí, le quito la camisa observando su cuerpo.

Un amor a lo prohibido [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora