Memorias que muerden lejos,
devoradores de tesoros que
voraces rasgan trémulas alas de libélulas.
Hojas que vuelan alto,
escapando demanos de papel
cortadas con tijeraspara no alcanzar
los aviones en el techo.
Mirador de gaviotas
que caen en el sueloaves de cartón
que ya no encuentran su lugar
en el viento.Remolinos en la parte de atrás de su cabeza, y
lagunas donde tiran piedras
sin hallar respuestas.
El silencio de un deseo
que no se encuentra a sí mismo,
la desesperanza del bosque
marchito en su miradaatormentada por fantasmas de cristal
que se quiebran y
amenazan con cortar.
Flota lejos
en barcos de papel,
perdido en un reloj
detenido por la ligereza de los dedos que tiemblan,
un pasado en arena y,
presente en granos
que el futuro pisa.
Los desiertos nublados
que se consuelan con la tormenta.
Y la espera de aquello que
cuelga de sus labios,palabras que,
podrían no ser verdad.Sentimiento cae,
una hoja seca.