Risa

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s u b e

El volumen de las canciones de amor se ha elevado demasiado, pero primero deberíamos cantar las de amarnos a nosotros mismos. Es lo que tararea. Antes de sonreír entrecierra los ojos porque la alegría la supera.

Tiene pétalos de los colores que quieras, más cuando acaba el día se marchita en la espera de descubrir quién es.

Ríete de sus hojas graciosas mientras aprieta sus espinas, el atardecer sopla las palabras que no domina y no la escuchas. Su voz, sus mentiras.

Canta de mares que la ahogan y noches vacías.

Cuando vuelve a salir el sol una vez más es ella misma.

Pero,
¿quién podría decirlo?

Su verdad es solamente conocida por ocaso que la ve a escondidas. A la distancia. Extiende su mano y la mañana la ilumina, se desintegra. Ya no es más su risa lo que escucha al despertar todos los días.

Estrellas perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora