Damos vueltas,
y vueltas,
y vueltas,
y vueltas
en este bucle infinito.
Fluimos en un mar
perdido en sus olas
y llovemos la noche
que se desmorona
en tus miserias.
Extravíamos nuestras
pálidas manos
en el claro de luna
y danzamos sobre nuestras penas,
cada instante es tan efímero
que se aleja de la inconsciencia,
no sabes quiénes somos pero
nos esperas
entre las sombras
de nuestros sueños.
Un hilo se enreda
en nuestros dedos,
lo seguimos sin saber
lo que hacemos.
El destino
se afloja en nuestro libre albedrío,
sea veneno o agua
la ambrosía que bebimos
se desliza por mis palmas
y cae en la luna
como si llorase
por tus tristezas.
Lloremos hasta secar el dolor
que nos despedaza
y busca la esperanza
en el amor
que sana
tu alma
de niebla
y furia.
Tatuaré
el sufrimiento
y el placer
que se esconde
en el manto sin estrellas
y las tomaré
a todas ellas
para ofrecertelas,
si aceptas
estos sentimientos
que te desponjarán
la eternidad de tus
pestañas negras
y te llevarán
a un sueño
sin final
ni comienzo.
Allí nos encontraremos
y nunca
lo recordaremos
porque somos ilusiones,
productos de nuestras mentes solitarias
y estos corazones que
siguen latiendo.
Creeré en ti
y en la inmortalidad
de tus besos
que me deshacen
en el viento
que se escapa
de tu último aliento.
.
Casi pongo Rhys aquí.
