Pan francés y café frío,
una tormenta que destruye todo
hacia adentro
y el aliento
cálido
que suspiras contra la ventana.
Caes con los ojos cerrados
a un futuro vacío,
esperando
y rezando
por despertar
en tu vida soñada.
No eres lo que esperabas.
Paracaídas de sueños
y pesadillas,
flotas en la nada.
No sabes qué hacer,
qué decir,
qué sentir.
No nos enseñaron
cómo vivir
y seguir adelante
con las mentiras de
nuestras sonrisas,
que se aflojan
y se desprenden
como pegatinas.
Oh, Elise.
Estás tan aburrida
de vivir una vida
que no es tuya.
Vives sus reglas
y muere la libertad,
solo en la música
te puedes encontrar.
Toca tus verdades,
antes de que las atrapen
en sus mentiras.
Un mundo monótono
y enloquecedoras rutinas,
¿es eso tu vida?
No, Elise, no,
eres mucho más
que notas encerradas en partituras.
Eres impredecible,
salvaje e incontrolable.
Suéltate de esas cadenas
y baila conmigo,
la música no es un castigo.
Romperemos el papel
que se nos dio,
gritaremos la letra
de tu canción,
seremos lo que nadie
jamás vio.
Elise,
sé libre.
.
Ah, admito que me dio pereza poner una imagen aquí.
