|Prohibido| Tony Stark / Iron Man y tú

65. |Atrapados| 2

ººESPECIAL NAVIDEÑOºº : ATRAPADOS 

Parte 2

-De qué te mueres por Stark-. Dijo Barnes del otro lado de la línea y ¿qué iba a hacer yo? no me iba a poner a negarlo porque estaba enamorada locamente del hombre, no podía decir que no era así por lo que no dije nada por un rato -Y cómo él se muere por tí porque es claro que no puede ocultarlo-. Terminó de decir y fue como una puñalada en medio del pecho.

-Lo siento... yo no sabía que tú...-. No sabía ni cómo formular las palabras, porque mi última intención en la vida era herir los sentimientos de James que desde el principio no había sido más que cariñoso y amable conmigo. Pensé que éramos amigos, no que él pensaba en mí de esa manera -Buck, no quería hacerte daño-. Terminé de decir, lo cual era cierto.

-_____________ soy un chico grande-. Aclaró él -Estoy bien, no tienes de qué preocuparte-. Terminó de decir pero en el fondo sabía que no era del todo cierto.

-Igual... lo siento-. Le respondí y se escuchó algo en el fondo, puedo jurar que era la voz de Shuri llamándolo.

-Tengo que irme linda-. Dijo Barnes al fin despidiéndose.

-No vuelvas a desaparecer de esa manera, soldado-. Le dije con media sonrisa, podía imaginar su sonrisa del otro lado del teléfono antes de finalizar la llamada.

Me sentía mal por él, si tal vez la situación fuera otra, si nos hubiéramos conocido en otro momento las cosas serían diferentes pero la verdad es que lo quería como a un amigo, sabía que era un chico fabuloso que no merecía nada malo en el mundo y mi intención nunca fue hacerlo sentir mal ni por un segundo, pero tampoco puedo mandar sobre mis sentimientos. No creo que nadie pudiera hacerlo, si pudiéramos gobernar lo que sentimos y de quién enamorarnos creo que el mundo sería completamente diferente. Amaba a Tony y no iba a sentirme mal por ello.

Me levanté a seguir empacando las cosas, se estaba haciendo tarde y no tenía ni la mitad del equipaje terminado además aún tenía un par de regalos navideños que envolver. Puse algo de música de The Killers y comencé a terminar todo.

La noche se hacía presente un poco más temprano de lo usual al ser invierno, para cuando el sol se estaba ocultando, yo estaba terminando de colocar las últimas cosas dentro del equipaje. Hace un par de días había pensado que no tenía sentido ir al súper para hacer las compras usuales porque me iba de viaje así que el resultado era una nevera vacía. Tendría que pedir algo de delivery si quería comer pronto.

Estaba pensando en ir por el teléfono para ordenar algo que comer cuando éste sonó a la distancia aún sobre mi cama despues de la llamada de Bucky. Me apresure para contestar antes de que terminara de sonar y respondí sin siquiera ver el nombre en la pantalla para que me diera tiempo.

-¿Si?-. Pregunté al tomar la llamada.

-___________ soy yo-. Dijo esa voz que conocía tan bien del otro lado -Tony-. Agregó como si hubiera alguna posibilidad en el Universo de que no lo reconociera.

-¿Quién es Tony?-. Le pregunté bromeando un poco para molestarlo.

-Ja ja, que graciosa eres-. Respondió él con sarcasmo, podía casi verlo rodando los ojos -Dijiste que podía llamarte ayer-. Anunció recordando lo que había pasado, como si tuviera que justificar su llamada.

-Lo sé-. Le respondí con media sonrisa al pensar lo bien que se veía anoche.

-Pensé que podíamos hablar, tengo algo importante que decirte-. Me dijo sonando algo serio al respecto.

-Bien... pero, de hecho me voy a primera hora mañana, no sé si hoy puedas-. Iba a comenzar a decir pero él me respondió.

-Estoy frente a tu edificio ¿puedo subir?-. Me dijo. Claro, el hombre simplemente aparecía del medio de la nada y después llamaba, haciendo todo a su manera como siempre supuse. Me miré en el espejo notando que estaba como un desastre pero supongo que peor que la otra noche que prácticamente había vomitado en su cara no me podía ver.

-Claro...-. Le respondí suspirando.

-Si estás ocupada puedo venir en otro momento-. Dijo él y yo rodé los ojos caminando hacia la ventana, ahí pude verlo con el teléfono en el oído en medio de la nieve que estaba cayendo.

-¡Stark! mueve tu trasero aquí arriba de una vez-. Le grité por la ventana finalizando la llamada para que terminara de subir de una buena vez por todas.

No tardó demasiado en sonar la puerta principal del departamento, así que fui a abrirla, ahí estaba con el cabello cubierto de nieve y con un abrigo.

-¿No pensabas decirme que te estabas congelando?-. Le pregunté haciéndome a un lado para que pasara y se sentara cerca de la calefacción.

-Yo no me congelo-. Respondió él quitándose el abrigo y yo rodé los ojos.

-¿Quieres algo de tomar? mi refrigerador está casi vacío pero creo que hay algo de jugo de naranja por algún lado-. Le dije caminando a la cocina a ver que había.

-Estoy bien-. Dijo Stark desde la sala.

Tuve que tomar un momento para pensar la situación y analizar lo que estaba pasando, de verdad Tony estaba ahí sentado en mi sala, después de todas las cosas que habían pasado, de las peleas, de los besos, de las noches juntos, de todos los problemas, ahí estaba sintiendo ese nerviosismo en la boca del estómago como si fuéramos un par de extraños, como si fuera la primera vez que lo veía otra vez.

-¿Querías hablar de algo importante dijiste?-. Le pregunté saliendo de la cocina y acercándome a donde estaba él, luciendo prácticamente perfecto. Supongo que después de lo que dijo Bucky, de lo que había dicho Max, era como si lo viera de manera diferente al saber que los demás se podían dar cuenta de los sentimientos que él tenía por mí.

-Si, es algo serio-. Anuncio haciendo señas para que me sentara a su lado y su rostro me dijo que no estaba jugando.

Hice como me dijo y me senté junto a él en el sofá del centro de la sala de estar que estaba cerca de la calefacción, lo miré expectante mientras sacaba una tableta electrónica y buscaba algo en ella.

Creo que no estaba preparada para lo que estábamos por conversar porque era mucho más serio de lo que me esperaba, al menos me di cuenta cuando me pasó una especie de documento en la tableta.

-¿Qué es esto?-. Le pregunté mirando el aparato, viendo mi nombre, junto a otros más.

-Es algo para que confíes más en mí-. Me aseguró él suspirando -Verás, sé que solo accediste a venir conmigo la noche del club porque tenías miedo de que le hiciera daño a Barnes, tenías miedo de que desactivara el brazo y lo hiriera-. Me explicó

En parte tenía razón, si, no puedo negar que me sentí aterrada cuando los comenzaron a pelear porque pensaba que en cualquier momento él iba a desactivar el brazo, a hacerlo explotar o que se yo que otra cosa podría hacer.

-Sé que no confías en mí-. Me dijo desviando la mirada -Que hice mal en rastrear el brazo y sobretodo tu teléfono, que invadí la privacidad de ambos-. Continuó diciendo -La verdad es que no puedo desactivar o explotar o hacer nada contra el brazo de Barnes... al menos no por mí mismo, siempre he requerido la autorización de Banner y T'Challa para poder hacer lo que sea-. Dijo y me pareció razonable entonces.

Siempre pensé que el brazo había sido una creación de Tony para poder controlar a Bucky, pensaba que era una manera de vengarse por lo que había pasado con sus padres, pero con lo que me estaba diciendo, me estaba dando cuenta de que realmente si era para la protección de todos, en caso de que algo malo pasara. Que no era solo un capricho egoísta.

-Lamento pensar que eras un maníaco por crearlo-. Le dije sintiéndome mal por pensarlo -Sé que es por el bien de todos-. Agregué.

-Es por eso que vine a verte-. Me dijo Tony asintiendo -Quiero que hoy, el control de todo lo que pase con el aparato sea de T'Challa por ser quién cuidó de él todo este tiempo, Banner porque sé que el hombre tiene buen juicio... y tú-.