|Prohibido| Tony Stark / Iron Man y tú

47. |Helado para dos|

|Helado para dos|

-Dime Jess, ¿de verdad soy solo un reemplazo de Pepper y nada más?-. Le pregunté a mi mejor amiga que me miró cruzada de brazos.

-Para empezar ¿¡quién demonios dijo eso para ir a partirle la cara en dos?!-. Me preguntó ella con un tono de asesina a sangre fría que me preocupó, hasta miedo me dio la manera en la que lo dijo.

-Christine Everhart, una periodista-. Le dije restándole importancia.

-¿Es la rubia de E! Entertainment?-. Me preguntó ella y yo me encogí de hombros.

-Te lo diría si viera E! Entertainment-. Le respondí sin tener la menor idea al respecto -El punto es que Tony por alguna razón decidió decirle que estábamos juntos y la mujer dijo eso...-. Le conté de manera resumida el disparate que había pasado esta mañana.

-Está celosa-. Dijo mi amiga rodando los ojos, en parte podía tener razón pero eso no hacía que lo que dijo me doliera menos.

-Tony se acostó con ella...-. Le dije sonando más molesta de lo que pretendía.

-Que... honesto de su parte admitirlo pero ahí lo tienes, está celosa de que aunque se acostó con ella jamás estuvieron 'juntos'-. Me explicó buscándole el sentido lógico a la situación. Sí, sabía que Christine probablemente estaba celosa pero eso no respondía a la eterna pregunta de si era yo solo una manera de reemplazar a Pepper, ella había sido su asistente también después de todo ¿Acaso esto pasaba con todas sus asistentes?

-¿Le tienes miedo a Christine o Pepper?-. Preguntó Jessie de la nada dejándome con la boca abierta.

-No sé de lo que estás hablando-. Le dije de inmediato negando todo al respecto, no le tenía miedo a ninguna de las dos... tal vez.

-Pareciera que apenas alguien menciona a Pepper te pones pálida-. Me reclamó mi amiga entonces y sí tenía toda la razón.

-Happy dijo que....-. Iba a comenzar a decir y suspiré -Que no creía que Tony fuera a querer a alguien como la quiso a ella, que no podía confiar en nadie más-. Le confesé.

-¡Al demonio Happy!-. Gritó mi amiga -¿En qué momento ese hombre ha dicho algo sensato en la vida?-. Me preguntó mirándome como si hubiera perdido la cabeza.

-¿Pero y si tiene razón?-. Le pregunté -¿Has visto a Pepper? es casi perfecta y estuvo ahí con Tony... en los momentos difíciles y...-. Comencé a explicar pero Jess hizo que me callara de inmediato.

-Pero no está con él... ahora. Y tú sí lo estás-. Me recordó -No dejes que el recuerdo de una mujer te espante por completo y te aleje de Stark si realmente lo quieres-. Me dijo ella colocando su mano sobre la mía.

-Tienes razón pero es que no sé... el escucharlo decir que estábamos juntos fue... no lo sé... ¿realmente estoy preparada para eso? me refiero a la gente hablando, a la prensa a todo el mundo, es Tony Stark no el chico de la esquina, Pepper no pudo soportar toda esa presión y tengo miedo de no poder hacerlo yo tampoco-. Le dije al fin pegando mi frente contra la mesa derrotada.

-¿Has hablado de ésto con él?-. Me preguntó Jess.

-No-. Le respondí sin siquiera alzar la mirada aún con la cabeza contra la mesa.

-¿No crees que deberías hacerlo?-. Insistió ella.

-No...-. Le respondí.

***

Entregué los papeles en la oficina del abogado, luego envié un mensaje de texto a Stark para avisarle que ya lo había hecho, no tenía la menor idea de que eran y creo que tampoco quería saberlo, realmente solo esperaba que Tony pudiera terminar con todo este asunto rápido y que así pudiera dejar esta pelea legal con Pepper acerca de la empresa de una buena vez por todas, sabía que todo el tema le preocupaba y no quería que tuviera que preocuparse por algo así.

Por otro lado las palabras de Jess estaban en mi mente, tal vez tenía razón y debía hablar del tema con Tony, pero no estaba segura de querer hacerlo, además de que creo que la idea de que estábamos juntos no me había entrado en la mente hasta el momento en el que

él lo había dicho.

Es decir, una cosa definitivamente había llevado a la otra y de un momento a otro era imposible estar separado el uno del otro pero supongo que nunca hicimos oficial el hecho de que estuviéramos juntos, como algo más...

Recibí un mensaje diciendo que eso era todo por el día de hoy por lo que podía irme a casa, Stark también incluyó en el mensaje que podía quedarme el auto por ahora para que tuviera como movilizarme. Ya que iba a casa decidí hacer unas compras de algunas cosas que faltaban en el departamento, no estaba demasiado lejos del supermercado y como tenía el auto, no tendría que cargar todo yo misma en el subterráneo.

El estar buscando frutas en el supermercado definitivamente alejó mi mente de todos los problemas complicados y me hizo concentrarme en las cosas más simples, como el hecho de si debía comprar algo de helado para comer con Jessie mientras veíamos un maratón de películas de horror esta noche, teníamos mucho tiempo sin hacer uno de esos y creo que era lo que necesitaba en ese momento.

Fui caminando hasta la sección del helado pensando en conseguir Häagen-Dazs de trufas de chocolate que era mi favorito y justo quedaba uno en la heladera así que me apresure a agarrarlo y cuando estaba a punto de tomarlo la mano de alguien más se posó sobre èl al mismo tiempo que la mía.

-Yo lo vi primero-. Dije de inmediato, no iba a dejar que me quitaran el helado cuando más lo necesitaba y no pretendía ir a otra tienda en busca de éste.

-Vas a tener que pelear conmigo para conseguirlo-. Dijo la otra voz y volteé para encontrarme a alguien que conocía bien.

-¿En serio vas a hacerme pelear por él Barnes?-. Le pregunté al chico cruzándome de brazos, él se encogió de hombros.

-¿En serio vas a intentarlo Banks?-. Preguntó burlándose de mí.

-¿Qué demonios haces aquí?-. Le pregunté entonces, creo que la ciudad era lo suficientemente grande como para tener que encontrarmelo haciendo las compras.

-Tú estás en mí supermercado-. Me acusó como si de alguna manera estuviera invadiendo su territorio, aunque tenía razón. Yo no vivía ni remotamente cerca de este lugar, solo estaba aquí porque el abogado de Tony estaba al cruzar la calle, por ninguna otra razón -Mi supermercado, mi helado...-. Concluyó haciéndome a un lado y tomándolo él.

-Eres imposible... hay como mil sabores ahí ¿tienes que agarrar justo ese?-. Le pregunté incrédula y dispuesta a lanzarlo al suelo para conseguir mi helado de vuelta -¡Es mi favorito!-. Le grité como si fuera un crimen.

-El mío también-. Aseguró él con una mirada asesina que daba realmente escalofríos -Te propongo algo...-. Comentó al fin mirándome con una ceja alzada -Steve y yo estamos en un departamento en la otra calle, por qué no vas a visitar el lugar y lo compartimos-. Me propuso con media sonrisa -Si tu jefe te deja...-. Me retó siendo totalmente infantil por lo que le di un empujón.

-Bien, pero tu pagas el helado-.